El filósofo del metro dice:
Un cambio se siente,
si no, no es cambio.
Cifras contradictorias en la
economía del año pasado
Roberto Fuentes Vivar*
No cabe duda que durante 2019 vivimos una economía
que podría considerarse atípica, con fuertes contradicciones y con sectores que
tuvieron fuertes ganancias.
Ahora que se están presentando los informes
financieros de las empresas el mayor descalabro es el de Petróleos Mexicanos,
cuyas pérdidas casi se duplicaron, porque se mantuvo una excesiva carga fiscal,
la producción continuó a la baja, aunque por primera vez en una década la deuda
se redujo y hubo un subejercicio 26 por ciento en el gasto.
En monto, las pérdidas ascendieron a 345 mil 485
millones de pesos, monto 91.5 por ciento superior a los 180 mil 374 millones observadas
en 2018. La empresa explicó que persisten la inercia y los rezagos derivados de
la elevada carga fiscal aplicada el año pasado. En este último caso, la carga
fiscal, es previsible que este año será menor tras los cambios aprobados a
finales del año pasado por parte del Poder Legislativo.
Desde luego, los malos resultados de Petróleos
Mexicanos significan un golpe al actual gobierno que ha apostado buena parte
del futuro al petróleo y en este sentido, ya en el mes de enero se presentó un
ligero aumento en la producción.
A su vez, la Comisión Federal de Electricidad obtuvo
en 2019 una utilidad acumulada de 48 mil 545 millones de pesos, lo que
significó un crecimiento de 14 por ciento, con respecto al año anterior, es
decir seis mil 620 millones más que en 2018.
¿Por qué una economía atípica? Pues nada menos
porque esta misma semana se presentó el reporte del INEGI sobre el Producto
Interno Bruto (PIB), con una caída de 0.1 por ciento en términos reales en el
cuarto trimestre del año pasado, respecto al trimestre anterior. En su comparación anual, el Producto Interno
Bruto tuvo un retroceso real de 0.4 por ciento con relación al mismo lapso de
2018. Durante todo el año, el PIB retrocedió
0.1 por ciento frente al de 2018, con series desestacionalizadas en todo el
año, aunque según analistas en los dos últimos meses del año se comenzó a
ver una ligera recuperación.
Ya vimos que cayó la economía 0.1 por ciento en el
año y que Petróleos Mexicanos duplicó sus pérdidas. ¿Qué pasó con los otros
sectores y con las empresas?
En el caso de las empresas, he revisado más de 30
reportes anuales y prácticamente ningún consorcio, ahsta el momento, muestra
pérdidas y sí, por el contrario ganancias. Nada más para poner dos ejemplos de
empresas que reportaron sus finanzas en esta semana.
Gruma, a empresa mexicana transnacional que
comercializa productos de maíz, informó que sus ventas netas fueron de 19 mil
442 millones de pesos y su utilidad neta creció 12 por ciento al cierre del
cuarto trimestre de 2019.
Grupo Financiero Citibanamex, por su parte reportó una
utilidad de 29 mil 229 millones de pesos durante todo el año,, cinco por ciento
más que el año anterior y la cifra más alta registrada en la historia de este
grupo financiero. De hecho todos los bancos han mostrado un aumento en sus
ganancias.
Una pregunta al aire ¿es coherente que en una
economía en recesión las empresas aumenten sus ventas y sus ganancias?
Vamos a ver ahora algunos sectores: El más afectado
durante el año pasado fue el industrial, con un retroceso de 1.9 por ciento
durante todo el año pasado, mientras que
el sector primario o agropecuario creció
1.7 por ciento y el terciario o de servicios se mantuvo sin cambio. Este sector
que no creció ni perdió representa dos terceras partes de la economía total del
país.
De hecho, según la Encuesta Nacional de Servicios,
los ingresos en este sector crecieron 1.1 por ciento en 2019, el personal
ocupado aumentó 1.0 por ciento y las remuneraciones crecieron 5.7 por ciento.
Dentro de los servicios, el ramo que revierte mayor
importancia es el comercio. Aquí el INEGI calcula que los ingresos disminuyeron
uno por ciento en el año pasado. Sin embargo, las tres principales fuentes
relacionadas con el comercio mencionan un aumento en ventas: WalMart
registraron un incremento de 5.7 por ciento, las de la Asociación Nacional de Tiendas
de Autoservicio y Departamentales aumentaron 3.4 por ciento y las de las
tienditas de la esquina, medidas por el Índice de la Asociación Nacional de
Abarroteros Mayoristas crecieron 7.3 por ciento.
Por cierto que este aumento en las tienditas de la
esquina se debe a que los apoyos del gobierno federal y las remesas, se gastan
precisamente en las tienditas de la esquina o en la tiendita del pueblo y no en
los autoservicios.
En fin, como podemos ver, por el inicio de un cambio
de modelo económico, hubo muchos contrastes en 2019, porque el PIB se contrajo,
pero muchos sectores y, sobre todo muchas empresas, aumentaron sus ventas hasta
en 30 o 40 por ciento. Dice el filósofo del metro: cuando hay cambio se siente,
si no, no es cambio.