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Friday, April 10, 2009

El filósofo del metro dice:

Quemado el Judas
se acabó la crisis


Hay que hacer un judas
con todos los papeles
especulativos y quemarlo


Roberto Fuentes Vivar*

A dos mil años de su muerte, Jesús sigue siendo objeto de negocio por muchas razones.
1.-El turismo que se realiza en esta temporada, el cual pocas veces recuerda la celebración religiosa.
2.-Recientemente la publicación de libros acerca de el inicio de la iglesia católica (cátaros, templarios, nuevos evangelios, etcétera) ha sido negocio, pues cada año hay algún nuevo libro en la lista de best sellers. Esto en tèrminos generales significa que después de dos mil años nadie sabe que pasò precisamente hace dos mil años.
3.-Las iglesias por si solas son buen negocio. Valga la pena señalar que en México, solo hay cinco millones de personas que no profesan alguna religión cristiana (ateos, budistas, islámicos, judios).
4.- La iglesia católica es de las más productivas, pues cuenta con solo 20 mil sacerdotes (de los 60 mil ministros de culto del país) para atender a más de 80 millones de fieles, mientras que los otros 40 mil sólo atienden a unos ocho millones de feligreses.
5.-Hay menos de 100 asociaciones religiosas no ligadas al cristianismo, mientras que las cristianas, incluyendo católicas, suman más de siete mil. Cabe señalar que ya hay más cristianas que católicas.
En fin, fin, Cristo sigue siendo un modelo de negocios interesante que se recuerda precisamente en esta temporada. Por cierto que otro de los personajes más protagónicos de la temporada es Judas. Y Tradicionalmente la quema de judas ha sido una especie de asepsia espiritual, pues con los judas se quema tambièn todo lo que nos hizo daño el año anterior y, con el baño de sàbado santo, se purifica el cuerpo y el alma para comenzar una nueva vida a partir de semana siguiente.
En este sentido, yo quisiera hacer una propuesta. En primer lugar hay que señalar que los judas modernos son precisamente los agentes financieros que nos llevaron a la crisis en que ahora nos encontramos.
Estos judas modernos construyeron, firmaron y produjeron una serie de papeles que supuestamente valen cientos de miles de millones de dólares, pero que en realidad no valen un centavo, pero siguen gravitando sobre la economía mundial.
Porque no, aprovechando la quema de judas anual, este año se hace un judas enorme para lo cual habrìa que contratar a todos los artesanos de papier machè, desde los de Toluca hasta los de de Oaxaca o Michoacán, para hacer un judas del tamaño de las torres gemelas.
Para elaborarlo se utilizarían desde luego los billones de papeles que no valen un centavo y que sì pesan sobre la economía. Una vez hecho el judas, pues habrìa que quemarlo en una ceremonia al estilo de los autos de fe de la inquisición.
Después, mañana sàbado habrìa que convocar a una lluvia torrencial, para limpiar todo lo malo que hicieron esos judas modernos y el lunes seguramente tendriamos una economía màs sana que privilegiara al sector productivo y no al especulativo. Como dice el filòsofo del muerto, quemado el judas se acabò la rabia.

*Comentario para Radio Educación/9 de abril de 2009

Friday, April 03, 2009

El filósofo del metro dice

Finanzas sanas...
sociedad no tanto



¿Entierran el consenso de Washington?

Roberto Fuentes Vivar*

La reunión del grupo de los 20 que se realizó ayer en Londres, dejó muchas enseñanzas. En primer lugar, nuevamente los gobiernos no tomaron en cuenta a la sociedad y, como ha ocurrido desde hace varios años en las reuniones multilaterales, las voces de afuera, de los manifestantes, no se escucharon adentro de las sesiones.
En segundo lugar hay que señalar que sí hay buenos propósitos, pues por primera vez desde hace más de 60 años cuando se formuló el modelo económico de Bretton Woods, que fue ratificado en 1989 con el consenso de Washington, se abre la puerta para discutir y modificar algunas reglas del juego financiero mundial.
El hecho de que se acote la especulación, se limiten los altos salarios a banqueros y casabolsistas y se incluya más participacion de los gobiernos en las ergulaciones, es sin duda positivo.
Sin embargo, la idea de que los organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional sean los encargados de juntar un billón de dólares para luego repartirlo a los países en problemas para salir de la crisis, demuestra que una vez más se apuntala a estos organismos que tanto daño han hecho al mundo y a las economías no desarrolladas durante las últimas décadas.
Las intenciones en general son buenas y hasta los organizadores de la cumbre aseguraron que el consenso de Washington, mediante el cual se obligaba a a los países a estrechar el cinturón del gasto público para participar en el concierto económico mundial, ya se murió, ya se acabó o ya se agotó, según decía Gordon Brown, el primer ministro británico.
En esta reunión, que a manera de Bretton Woods o el consenso de Washington podría llamarse 20 países y una crisis o la cirujía de Londres, sí hay avances, pero como lo insistió a las pocas horas el presidente estadunidense Barak Obama, no es total, pues falta mucho por hacer.
Si se toman en cuenta las declaraciones de muchos presidentes, esta cumbre representó el entierro del consenso de Washington, pero al mismo tiempo una sanación para Bretton Woods, es decir que sí se concluye con algunos de los males del neoliberalismo, pero no con las raíces, algunas en estado de putreacción, de la estructura financiera mundial.
El problema que se presenta actualmente es que mientras no acabe de morir el modelo supuestamente enterrado y mientras no nazca el nuevo, la palabra que puede prevalecer en lo que resta de este año y parte del siguiente será incertidumbre.
Felipe Calderón por su parte concluyó la gira con dos objetivos que al parecer sí cumplió: pedir dinero y vender petróleo.Con estas premisas ya se organizó aquí en México un blindaje que spuestamente ayudará a resarcir algunos problemas de la crisis.
Lamentablemente la incertidumbre de que no acabe de nacer un nuevo modelo económico, lo que genera es volatilidad en los mercados y dificultades para retomar el crecimiento económico mundial, con su consecuente afectación para la sociedad que tendrá que soportar despidos, pérdida de su poder adquisitivo, aumento en los niveles de pobreza y quizá mas enfermedades. Como dice el filósofo del metro: finanzas sanas... sociedad no tanto.


*Comentario para Radio Educación/ 3 de abril de 2009

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006