El filósofo del metro dice:
Para los mexicanos el
deber es una obligación
y el haber no existe
Alarma, el avance
de la deuda pública
* Roberto Fuentes Vivar
El Banco de México lanzó entre ayer y hoy dos
mensajes contundentes. Uno, al aumentar a 200 millones de dólares la compra de divisas
para evitar una mayor caída del peso. Otro que el gobernador del instituto
central, Agustín Carstens dijo hoy que en cualquier momento puede aumentar las
tasas de interés, incluso antes de que lo haga Estados Unidos.
Estamos, aunque no lo quieran reconocer como tal,
ante una situación de emergencia que puede traer graves consecuencias para el
futuro del país y de los mexicanos.
Lamentablemente, los únicos beneficiarios del
aumento de la compra de dólares por parte del Banco central, son los
sacadólares. Cabe señalar que tan sólo en dos meses las reservas
internacionales acumulan 14 semanas de descenso y muestran una pérdida de cinco
mil millones de dólares. Este ritmo de saqueo de reservas es superior al que se
presentó en 1994 entre el asesinato de Luis Donaldo Colosio y el de José
Francisco Ruiz Massieu, en seis meses.
En panorama es grave, pues de acuerdo con el reporte
del INEGI sobre la balanza comercial al primer semestre del año, las
importaciones crecieron a un ritmo superior a las exportaciones, lo que dio
como consecuencia un desequilibrio comercial de más de cuatro mil millones de
dólares. En definitiva quiere decir que las ventas externas de mercancías no
han podido subsanar la caída de las ventas de petróleo y cada día ingresan
menos dólares a la economía nacional
Una de las consecuencias más graves de las medidas
iniciadas anunciadas por el Banco de México, es que de manera casi inmediata se prevé un
aumento en el monto de la deuda pública y en los compromisos del gobierno
federal para cubrirla.
Ya desde abril de este año, organismos como el Fondo
Monetario internacional y la Comisión Económica para América Latina alertaron
sobre el crecimiento del endeudamiento del sector público. Nada más en lo que
va del año, ha aumentado en 600 mil millones de pesos y seguramente al día de
hoy, el monto ya llegó a los ocho billones de pesos. Con la devaluación la
cifra crecerá definitivamente.
El problema general es que la deuda pública
representa ya el 70 por ciento del producto interno bruto y si el país no crece
el porcentaje sí ira en aumento. Buena parte, sobre todo la llamada deuda
interna, había sido contratada a bajas tasas de interés, por lo que no
representaban un problema financiero para el gobierno.
Desgraciadamente, un aumento en las tasas de interés
–para beneficiar a los ahorradores y tratar de apuntalar al peso- ocasionaría
un inmediato aumento de la deuda interna, además de que la devaluación provocó
también un incremento en el endeudamiento externo.
Cabe señalar que en lo que va del sexenio de Enrique
Peña Nieto, la deuda pública ha aumentado 35 por ciento, esto, sin contar los
efectos que pueda provocar el aumento por las tasas de interés y la
devaluación.
Por eso, no sería raro que al término de este año
México sea la nación de América Latina con mayor crecimiento de su deuda
pública con relación al producto interno bruto. Como dice el filósofo del
metro: para los mexicanos deber es una obligación y el haber no existe.
*Comentario para Radio Educación/ 31 de julio de 2015