En el PIB, ahora resulta que
México se cayó para arriba
El cambio de año base del INEGI
y sus consecuencias en la política
Roberto Fuentes Vivar*
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) cambio hace unos días el año base para medir todo el sistema de cuentas
nacionales. Anteriormente toda la economía se medía con relación a 2008, como
año base, y ahora se hará con 2013.
Esto, en principio podía ser una medida normal en
los sistemas de medición, pues existe una recomendación internacional por parte
de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas para que los países
actualicen el año base de las Cuentas Nacionales cada cinco años.
Oficialmente el INEGI señala que esta medida tiene varios
objetivos. Uno de ellos es que pretende reflejar mejor la realidad económica
del país, con una mayor cobertura y de acuerdo con los cambios tecnológicos
Otro es que podamos compararnos con las economías de otros países.
En principio, por ejemplo el cambio de año base de
2008 a 2013, otorga un mayor peso, por ejemplos a sectores como el de los
medios de comunicación, que incluye la economía de internet y también a otros
como la cultura. Otra de las ventajas que apunta oficialmente el INEGI es que debido
a las recomendaciones del G-20 se han desagregado a 94 el número de sectores en
la base 2013, en comparación con los 84 sectores de la base 2008.
Pero ¿Qué sucede cuando se cambia el año base de
medición de una economía? Pues nada
menos que se tienen que corregir todas las cifras que estaban basadas en el año
base anterior. De acuerdo con los analistas de Chibanco, Es decir que se tienen
que modificar alrededor de 60 millones de cifras.
Voy a tratar de explicar lo que sucede con la
medición de la economía. Todas las cifra de un país se utilizan sobre una base
que significa 100, es decir el año 2008 tenía un valor de 100 y desde ese valor
concreto se aumentaba o se reducía el valor de una cifra. Al modificarse ese
valor a 2013, todos los valores anteriores y posteriores se tienen que cambiar.
Por ejemplo, para el caso de la medición del
Producto Interno Bruto de México, en 23 años, de 1994 a 20016, 17 años se
revisaron a la baja y seis se modificaron al alza. Los años que más se
modificaron a la fueron 2005 y 2007 y los que más se modificaron al alza fueron
2014, 2015 y 2016.
Si se toman en cuenta los periodos presidenciales,
puede observarse que ya oficialmente, los años gobernados por presidentes
panistas tuvieron un crecimiento menor al que se había anunciado oficialmente.
Al ser una base más baja, los años de gobierno de Enrique Peña Nieto resultaron
beneficiados con un mayor crecimiento
Por eso, el crecimiento promedio del PIB durante
1994-2016 bajó de 2.6 por ciento con la base 2008 a 2.5 por ciento con el año
base 2013. Al referirse a ese cambio, los analistas de Chibanco señalan
textualmente: “De ser un sexenio donde probablemente fuera el primero en no
alcanzar por lo menos un año con un crecimiento superior al 3.0 por ciento,
ahora en el 2015 la expansión de la economía fue 3.3 por ciento (con el año
base anterior el aumento fue de 2.7 por ciento)”,
Concretamente, de los últimos cuatro sexenios el
promedio de incremento de la economía mexicana de Enrique Peña Nieto, tras el
cambio se subió a 2.60 por ciento, lo que significa el segundo más alto, sólo
superado por incremento del PIB alcanzado en la administración de Ernesto
Zedillo. Es decir que de los últimos cuatro sexenios, los dos gobiernos
priistas son los que han tenido mayor crecimiento económico.
2013 fue un año en el que la economía alcanzó un
crecimiento mínimo. Ya con el nuevo año base fue de 1.4 por ciento, uno de los
más bajos de años recientes. Por eso, al bajarse, automáticamente aumentaron
las cifras para los años posteriores.
Para este año, ya los principales analistas, como
los de Banamex, ya subieron las es expectativas de crecimiento, debido a la
nueva medición.
Hay quienes ven en este cambio de año base un tinte
electoral, pues las cifras de este sexenio serán mejores y se pueden presumir
antes de las elecciones. Hay que recordar que el cambio se año base se presentó
luego de la polémica llegada de Paloma Merodeo como vicepresidente del INEGI.
Lamentablemente para la sociedad, que poco entiende
las cifras pero sí entiende lo que el bolsillo le dicta, el cambio de año base
quedará como un gran maquillaje para favorecer a Enrique Peña Nieto. Dice el
filósofo del metro: ahora resulta que nos caímos pa arriba.
*Comentario para Radio Educación/ 10 de noviembre de 2017