El filosofo del metro dice:

Conocer el número
de extranjeros en
México está en chino

¿Sólo hay dos mil coreanos en
nuestro país?... Y las mafias

Roberto Fuentes Vivar*

Una de las grandes temas recurrentes en México es el de la migración. Para nadie es noticia que unos 500 mil mexicanos abandonan el territorio nacional para encontrar mejores condiciones de vida en otros países, principalmente en Estados Unidos.
Pero hay un fenómeno que forma parte del México escondido y que casi nunca se aborda. Es el de los extranjeros en México. Quienes vivimos en las grandes ciudades vemos con cierta extrañeza que en los años resientes circulan por las calles cada vez más extranjeros. Ya sean chinos, argentinos, cubanos o centroamericanos, cada vez hay más personas de otras nacionalidades centros comerciales, restaurantes o simplemente en los edificios o multifamiliares.
Aunque las cifras oficiales no reflejan concretamente esta realidad, sí dan muestra de que la tasa de crecimiento en el número de extranjeros que viven en México es hasta diez veces más alta que la tasa demográfica de nuestro país, pero como se trata de una población minoritaria no es tomada en cuenta por las autoridades.
Los datos oficiales del INEGI y del Instituto de Migración reflejan que son muy pocos los extranjeros que se llegan a vivir a nuestro país, pero hay estimaciones conservadoras de que por cada extranjero registrado hay por lo menos tres que se encuentran ilegalmente en el territorio nacional.
Concretamente, los Censos indican que hay un fuerte crecimiento en el número de extranjeros que oficialmente viven en México. En 1990 había únicamente 340 mil, la cifra subió a 415 mil en 1995 y se incrementó a 492 mil en 2000. En el conteo de 2005 se registraron 300 mil personas que cinco años antes vivían en otro país, lo que hace indicar que hay alrededor de 700 mil extranjeros que radican en alguna parte de la República Mexicana.
Si bien la cifra es mínima, pues no representa ni al uno por ciento del total de la población, su crecimiento sí es dinámico, pues en 15 años se duplicó.
La mayor parte, el 70 por ciento, de los extranjeros que oficialmente viven en México provienen de Estados Unidos y el resto está tan diversificado que ningún país ocupa un segundo lugar, salvo cuando se han registrado migraciones masivas, como la de España, la de Chile y más recientemente la de argentinos que vinieron tras la crisis económica y la de cubanos que solicitan su residencia.
Pero todos ellos, han entrado a México por la vía legal, lo que no ha sucedido con las migraciones de chinos y coreanos que cada vez se ven con más frecuencia en las calles mexicanas.
Las cifras del Instituto de Migración indican que sólo 10 mil extranjeros al año piden permiso oficial para residir en México y que únicamente dos mil migrantes reciben anualmente su residencia oficial.
Las cifras oficiales son tan pequeñas que, por ejemplo solo dos personas se internaron en México con carácter de refugiados durante el año pasado y otras siete entraron con status de asilados. Estas cifras contrastan, por ejemplo, con las redadas en que se han encontrado decenas de mujeres en centros nocturnos en una sola noche, en las que se detienen a decenas de rusas o ucranianas..
Incluso, los datos del Instituto Nacional de Migración indican que cada año son devueltos a sus países de origen unos 200 mil extranjeros ilegales.
Las contradicciones entre la realidad y los datos oficiales son tan grandes que la comunidad coreana de México calcula 30 mil ciudadanos de ese país en territorio nacional, pero el INEGI registra a menos de tres mil.
En el estado de México están registrados oficialmente solo 26 mil extranjeros que viven en la entidad, de los cuales menos de 100 son chinos o coreanos, a pesar de que nada más en los tianguis de Chiconcuac pueden observarse más de 100 asiáticos en un solo día.
En síntesis, la población de extranjeros oficialmente se ha duplicado en los más recientes 15 años, pero extraoficialmente puede haberse cuando menos quintuplicado, lo que debe significar una preocupación real para las autoridades, pues ya se han creado muchas mafias como la rusa, la china, la coreana y la salvadoreña, que actúan en territorio nacional al amparo de las autoridades. Como dice el filósofo del metro: saber el número de extranjeros en México, está en chino.
*Comentario para Radio y TV Mexiquense/ 25 de enero/2007

El filosofo del metro dice:

La tortilla globalizada
es redonda como Pacto

Regresan las concertaciones salinistas

Roberto Fuentes Vivar*

Cuando hace 20 años, en 1987, los aumentos de precios se le fueron de las manos al gobierno de Miguel de la Madrid y la inflación oficial llegó a más de 150 por ciento, el director de orquesta en materia económica, Carlos Salinas de Gortari, creó el Pacto de Solidaridad Económica.
Este Pacto sirvió de herramienta para instrumentar la política económica de la globalización, logró que –entre comillas- se controlara la inflación, que se congelaran los salarios, que se liberaran los precios y que se abrieran las puertas a cualquier tipo de producto proveniente del exterior.
Hoy, 20 años después, en la crisis de la tortilla de 2007, nuevamente se recurre al Pacto, al reunir el presidente Felipe Calderón a algunos de los grupos involucrados y acordar –como por decreto de todos los sectores- un aumento de 40 por ciento en el precio de la tortilla, además de otros 12 puntos para, supuestamente, estabilizar el mercado del maíz.
El Pacto representa varios aspectos positivos y varios negativos. En primer lugar se trata de una concertación que sirvió durante los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, pero que fue eliminada como elemento de planeación por Vicente Fox.
En los casi 14 años que funcionó se le llamó Pacto de Solidaridad Económica, Pacto para la Estabilidad Económica o simplemente concertación, aunque genéricamente se le llamó el Pacto.
Bajo este esquema se supone que se reunían semanalmente todos los sectores, detectaban los problemas que podían venir y se intentaba solucionarlos antes de que se convirtieran en crisis. En el caso de productos específicos, se hacían reuniones extraordinarias y se enfrentaban las diferentes posturas por ejemplo para concertar el aumento de un precio.
En el Pacto se cometió, por ejemplo, el error de diciembre y en el Pacto también se acordaron muchas de las medidas macroeconómicas que supuestamente llevaron a la estabilidad que dicen los economistas que hoy gozamos, pero también se cometieron todas las fallas que hoy sufrimos.
Concretamente, en el caso de la tortilla, se recurre nuevamente al Pacto, pero con muchos de los vicios que se tuvieron, durante muchos años como es que en la concertación se sigue la política salinista de que a algunos sectores “ni los veo ni los oigo” y se les elimina, ocasionando una especie de pacto en lo oscurito. Si se desea recuperar el Pacto como una herramienta de planeación económica, lo más importante para que pueda funcionar es que sea lo más abierto posible y que se tome en cuenta la realidad nacional y no la de unos cuantos, de lo contrario se logrará una estabilidad virtual y mediática, pero no real. Por lo pronto, como dice el filósofo del metro: Pacto acordado ni dios lo quita.
Comentario para Radio Educación/19 de enero de 2007

El filosofo del metro dice:

La raíz del sol
puede estar en
el centro de la tierra
y no en la superficie

Quedan sólo 1487 nativistas o mexicanistas

Roberto Fuentes Vivar*

Buenas noches, voy a referirme a un dato que aparentemente es intrascendente, pero que en el fondo representa una importancia vital para lo que puede llamarse la mexicanidad.
Resulta que en este país de más de 125 millones de mexicanos –incluyendo a los que han tenido que emigrar a Estados Unidos-, sólo hay mil 500 personas que practican una religión nativa. Concretamente mil 487 mexicanos son los únicos que profesan algunas de las religiones que existieron antes de la llegada de los españoles, las cuales tienen una antigüedad de más de tres o cuatro mil años.
Desgraciadamente no se puede conocer la forma en que han evolucionado estas creencias, pues es la primera vez que el INEGI, en el más reciente censo, considera el nativismo como una religión y a sus practicantes como un grupo religioso específico.
Un paréntesis. Hay que diferenciar este concepto de nativismo, basado en las creencias ancestrales de los mexicanos y el nativismo estadunidense que ha surgido en las más recientes dos décadas y se refiere a los grupos xenofóbicos anti-inmigrantes.
Este nativismo mexicano que agrupa a quienes creen en los dioses prehispánicos se concentra en Jalisco y Nayarit, concretamente en el grupo indígena huichol, pues tres cuartas partes de la población que se declara nativista o mexicanista, proviene de esa etnia. Concretamente de la región que es la cuna de la mexicanidad, pues de cerca de ahí, del legendario Aztlán, ahora Mexcaltitlán, salieron los grupos que fundaron Tenochtitlan.
Aquí ya hay un asunto grave, pues en solo una de las 56 etnias –o de las más de ochenta que dicen haberse registrado durante el sexenio pasado- se concentra el pasado religioso de nuestro país. Es decir que en el resto –más de 50 o más ochenta, como quiera verse- los dioses definitivamente ya desparecieron, en aras quizá de la globalización o del dios dólar tan adorado en este principio de milenio.
Si se analiza el nativismo como grupo religioso tiene muchas particularidades detectadas por el INEGI. En primer lugar se trata de una comunidad eminentemente rural, pues sólo 170 de los nativistas viven en ciudades.
En segundo lugar registra el mayor nivel de analfabetismo, pues el 62 por ciento de quienes lo practican no saben leer ni escribir, aunque hay 29 profesionistas que tienen esta creencia.
También es el que registra el mayor nivel de indigenismo, pues el 83 por ciento de los nativistas hablan una lengua india y de ellos el 26 por ciento son monolingües.
Otra característica especial es que el 50 por ciento de los mexicanistas viven en unión libre, lo cual es el porcentaje más alto a nivel nacional no solo comparado con otras religiones, sino si se analiza contra cualquiera de las etnias.
También es el grupo que tiene más descendencia, pues las mujeres registran el mayor número de hijos nacidos vivos en la República Mexicana
Dentro de todo lo referente a le mexicanidad, hay dos noticias una buena y una mala. La buena es que casi dos terceras partes de quienes declaran ser nativistas tienen entre 5 y 29 años, lo que parece indicar un renacimiento de estas creencias, pues solo hay 7 personas mayores de 60 años que se declararon nativistas.
La mala, es que es la población más pobre de este país, pues el 50 por ciento no tiene ingresos o gana menos de un salario mínimo.
Cabe señalar que aquí en el estado de México se registraron 20 personas que tienen esta religión, pero están desperdigadas y no reflejan una corriente definida para poder decir que existe nativismo en alguna zona como la mazahua, la nahua o la otomí.
Quizá sea el momento de que tanto a nivel nacional como aquí en el estado de México se identifiquen a estas personas para mejorar su nivel de vida, y para tratar de conservar esas raíces que finalmente son las raíces de todos los mexicanos.
Como dice el filósofo del metro: La raíz del sol puede estar en el centro de la tierra.
*Comentario para Radio y TV Mexiquense/18 de enero 2007.

El filosofo del metro dice:

¿Qué somos?
ni nietos del maíz
ni hijos del chapopote

La economía mexicana,
controlada por el exterior

Roberto Fuentes Vivar*

El alza en el precio de la tortilla y la zozobra por los precios del petróleo son dos elementos que ponen en claro la vulnerabilidad de la economía mexicana, la falta de una soberanía real para manejar la política económica interna y ponen en entredicho la tan llevada y traída “estabilidad” que supuestamente tenemos como nación.
En el caso de la tortilla, la falta de autonomía queda demostrada cuando la causa principal del aumento en el precio del kilo ha sido atribuida al aumento de hasta 100 por ciento en la cotización internacional del maíz.
Además, prácticamente son cuatro empresas las que controlan el mercado del maíz y la tortilla en México. Gruma que concentra el 70 por ciento del mercado de tortilla, Bimbo que tiene una porción del 15 por ciento y el esto se distribuye entre otros pequeños productores de materias primas y en el autoconsumo.
Mientras tanto, Cargill, controla la mitad de las importaciones de granos a México, incluyendo las de maíz, y acapara alrededor del 20 por ciento de las compras de cosechas. Otra corporación Archer Daniels Midland, socia de Gruma, es el mayor practicante del dumping de granos básicos de Estados Unidos hacia nuestro país.
Nada más para justificar la perdida de soberanía en un alimento, originario de México y que es la base de la alimentación de los mexicanos, hay dos datos. Uno, que desde que se firmó el tratado de libere comercio de América del Norte, el precio de la tortilla ha subido casi en mil por ciento. Otro es que en 1994 el 97 por ciento del consumo de maíz era surtido con producción propia y hoy se importa una cuarta parte de lo que consumimos.
En el caso del petróleo, que representa 40 centavos de cada peso que ingresa a las arcas gubernamentales, sus fluctuaciones afectan de tal manera a la estabilidad económica que ayer los precios cerraron un dólar debajo de la cotización prevista en el paquete económico para este 2007, lo que provocó que, en la primer quincena del año ya se hablara de la posibilidad de un recorte presupuestal.
Aunque hoy hubo un ligero repunte en los precios internacionales, la mezcla mexicana sigue apenas en los niveles de supervivencia para mantener el presupuesto de egresos del gobierno. ¿Qué pasará si sigue bajando? Definitivamente tendrían que cerrarse algunas llaves de programas gubernamentales y seguramente tendría que repensarse en la posibilidad de ajustar a la baja los pronósticos de crecimiento económico.En síntesis, el crudo muestra una dependencia del exterior en materia de ejercicio presupuestario y el alza en la tortilla indica una carencia de soberanía sobre el producto más sensible del consumo popular. Como dice el filósofo del metro: “Ya no somos ni hijos del maíz ni herederos del chapopote”.

*Comentario para Radio Educación 12/enero/2007

El filosofo del metro dice:

A Río Revuelto,
periodistas amordazados

Crece violencia contra
la Prensa en México

Roberto Fuentes Vivar*

El informe presentado esta semana por la Federación Internacional de Periodistas, en el cual se coloca a México como el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo, debe ser entendido como una llamada de atención a las autoridades, dueños de medios de comunicación y grupos fácticos de poder.
Este informe da cuenta de 10 asesinatos de periodistas en 2006, lo que sitúa al país por encima de Colombia y Venezuela, aunque el reporte no incluye otros casos de desapariciones o vejaciones como las sucedidas a muchos reporteros y comunicadores de Oaxaca que se encuentran procesados penalmente.
Sin embargo, la importancia del documento es vital porque viene a reforzar la idea internacional de que México se ha convertido en el país de más alto riesgo para los periodistas en el continente americano.
De hecho, en menos de dos meses se han presentado al menos cuatro reportes similares:
-A finales de noviembre Reporteros sin Frontera reportó que con el asesinato de Roberto Marcos García en el estado de Veracruz, México se ubicó sólo detrás de Irak en la lista de países más peligrosos para la prensa. En este caso no se mencionó el asesinato, aún sin esclarecer, del exdirector de Excélsior, Jose Manuel Nava.
-A principios de diciembre, la Sociedad Interamericana de Prensa, consideró “alarmante” la violencia en contra de periodistas en México y exigió a las autoridades crear un clima que permita el ejercicio de la libre expresión.
-El 29 de diciembre, la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (Fepalc) daba cuenta de un clima de ejecuciones, desapariciones y amenazas a periodistas mexicanos.
-El 31 de diciembre, la Federación Internacional de Periodistas presentó su informe en el mismo sentido.
Estos cuatro documentos coinciden en algo fundamental: la violencia contra los periodistas en nuestro país se ha desatado y las autoridades han sido rebasadas. ¿Porqué en México? La respuesta puede encontrarse en lo que sucede en el resto de la sociedad: los poderes fácticos como el narcotráfico, los grupos religiosos, el empresariado y hasta sociedades hieráticas incrustadas en el gobierno y en empresas tratan de controlar a la prensa, para manipular a la sociedad. Como dice el filósofo del metro: a Río revuelto, temor para periodistas.

*Comentario para Radio Educación/5 de enero 2006

Anexos

México, peligroso para comunicadores: FIP
En el avance de su informe anual, presentado ayer en la ciudad europea de Bruselas, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) calificó a México como el país latinoamericano más peligroso para los comunicadores que profesionalmente abordan los temas de crimen y corrupción y precisó que en el plano internacional para los trabajadores de los medios de información 2006 fue "un año de brutalidad sin precedentes".
Ante la contudencia de sus cifras, la FIP urgió a los miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a emprender acciones "contra países que permiten la impunidad en casos de periodistas asesinados".
En su reporte, el organismo internacional precisa que en México ocurrieron el año pasado 10 asesinatos de periodistas de investigación, lo que coloca al país por encima de Colombia (cinco casos) y Venezuela en la región.
Informa que en ese periodo en México se hallan además cuatro periodistas desaparecidos, sólo comparado en el mismo rubro en la región con uno que se reporta en Paraguay.
El organismo afirma que 2006 fue un año trágico para los medios de comunicación en el mundo, con un registro histórico de 155 muertes y asesinatos sin esclarecer. Aclara que no incluye las muertes accidentales, pero sí las 22 producidas durante el ejercicio del periodismo.
En su balance Periodismo bajo el filo de la espada, que será publicado íntegramente a mediados del mes, la FIP destaca que entre otras partes del mundo en América Latina "la violencia continúa" y que se trata de una región que en un año cobró la vida de 37 trabajadores de medios, en particular en México, Colombia y Venezuela; mientras en Asia los ataques incesantes en Filipinas y Sri Lanka dejaron un saldo de 34 personas muertas.
El secretario general del organismo, conformado por medio millón de miembros en más de 100 países, Aidan White, refirió en un comunicado difundido ayer que "los medios de comunicación se han tornado más poderosos y el periodismo más peligroso".
De acuerdo con sus datos recabados, precisó que 2006 "fue el peor año registrado en cuanto a ataques directos y brutalidad e impunidad continua en casos de periodistas muertos".
La federación destacó que las cifras crecieron durante el año debido al conflicto civil y la resistencia a la ocupación militar en Irak. Señaló que esa nación los medios de comunicación se convirtieron en objetivo primordial de ataques terroristas o víctimas de soldados, lo que en el 2006 ocasionó la muerte de 68 trabajadores de medios que, contabilizados con los que se han presentado desde la invasión estadunidense iniciada en 2003, suman 170 asesinatos.
La única señal positiva
La FIP destacó que la única señal positiva para los periodistas llegó en los últimos días del año con la expedición de una declaratoria de la ONU, que por primera vez condenó los ataques e hizo un llamado a llevar ante la justicia a los asesinos de los trabajadores de los medios de comunicación.
"Esa fue la única luz en este año oscuro ­comentó Aidan White­; por primera vez la ONU trató la crisis que se profundiza para los medios de comunicación. Ya era hora. Requerimos de acciones contra países que permiten la impunidad en casos de periodistas asesinados."
En concordancia con las cifras presentadas, en los últimos días de la administración pasada, Reporteros sin Fronteras había precisado que "el mandato del presidente Vicente Fox termina con el sombrío balance de 20 periodistas asesinados, sin que en ningún momento se haya molestado a ninguno de los autores intelectuales de estos crímenes".
Durante el sexenio panista de Fox Quesada, México se convirtió en 2005 "en el país más letal para prensa de todo el continente americano" y el 2006 quedó clasificado en el segundo puesto mundial, sólo detrás de Irak, y de entonces a la fecha se le considera como el país "más peligroso del mundo".
Informe Fepalc
En un recuento de la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (Fepalc) presentado el 29 de diciembre pasado, el organismo expone que durante 2006 los periodistas de esas regiones ejercieron su profesión "en un contexto de inusitada gravedad y en un índice alarmante, hasta con el costo de la propia vida.
"La creciente desigualad y no equitativa distribución de la riqueza, en favor de los que más tienen y en perjuicio de las poblaciones más necesitadas, son el caldo de cultivo para la impunidad y las campañas interesadas en desacreditar al periodismo de investigación y de denuncia", analiza la federación que en sus síntesis de informadores mexicanos muertos o desaparecidos destacó lo siguiente:
Las ejecuciones en marzo de los periodistas Ramiro Téllez Contreras, Rosendo Pardo Ozuna y Jaime Arturo Olvera Bravo; el asesinato de Enrique Perea Quintanilla, en agosto; la muerte de Bradley Roland Hill, en octubre; la de Misael Tamayo Hernández, José Nava Sánchez y Roberto Marcos García, en noviembre, y cierran el año con la de Raúl Marcial Pérez.
En cuanto a los desaparecidos mexicanos, la Fepalc destaca, con datos compartidos de la FIP, a Rafael Ortiz Martínez, Guevara Guevara Domínguez, José Antonio García Apac y Adolfo Sánchez Guzmán.




México es el país más peligroso
para la prensa después de Iraq

22.11.06 20:48. Archivado en Libertad de expresión, América Latina
(PD/Agencias).- La organización Reporteros Sin Fronteras expresó hoy "su horror" por el asesinato del periodista Roberto Marcos García en el estado de Veracruz, que desde ayer sitúa a México detrás de Irak en la lista de países más peligrosos para la prensa en 2006.
El subdirector del semanario regional Testimonio y corresponsal de la revista Alarma es el tercer periodista asesinado este mes y el séptimo desde el pasado enero en México, convertido ya en 2005 "en el país más letal para la prensa de todo el continente americano", denunció la organización defensora de la libertad de prensa.
La situación exige "una movilización tanto del poder político como de las autoridades judiciales y policiales, y de los medios de comunicación nacionales", consideró Reporteros.
"Hay que dotar de medios suplementarios a la Fiscalía Federal especial, encargada de reprimir los ataques a la prensa", añadió.
Además, "los medios de comunicación nacionales y las asociaciones profesionales tienen que tener un peso en el seguimiento de las investigaciones, y de la lucha contra la corrupción", predijo.
La última víctima de la actual "hecatombe", Roberto Marcos García, era un especialista en cuestiones políticas y sucesos.
Fue asesinado el 21 de noviembre, cuando regresaba de una entrevista en el Grupo Marítimo, Fluvial y Lacustre del Secretariado de Seguridad Pública en Mandinga, en el estado de Veracruz.
Reporteros precisó que "un vehículo de tipo PT Cruiser con matrícula del Distrito Federal (D.F), volcó su motocicleta", en la carretera que separa la ciudad de Veracruz de la de Alvarado.
El asesino, o los asesinos, agregó, "atropellaron el cuerpo del periodista, tendido en la calzada, antes de dispararle al menos seis balas de calibre 9 mm", doce, según la prensa local.
Según informó la Justicia local a Reporteros sin Fronteras, el vehículo de los asesinos que apareció abandonado a pocos kilómetros del lugar de los hechos, había sido robado en la capital el pasado 31 de mayo.
La hija del periodista, Divina García, dijo, por su parte, a Reporteros "que su padre recibió una llamada anónima la misma mañana del asesinato" y que recientemente le habían amenazado, aunque no había pedido protección, señaló la organización.
Para Reporteros el asesinato de Roberto Marcos García "recuerda mucho, en su modus operandi, al de su colega Raúl Gibb Guerrero, director del diario regional La Opinión, al que mataron el 8 de abril de 2005", en otra carretera del estado de Veracruz.
La organización destacó, asimismo, que el presidente mexicano, Vicente Fox, termina su mandato "con el sombrío balance de veinte periodistas asesinados, sin que en ningún momento se haya molestado a ninguno de los autores intelectuales de estos crímenes".
"Convertido en 2005 en el país más letal para prensa de todo el continente americano", se clasifica ahora en el segundo puesto mundial, detrás de Irak, cuando el 1 de diciembre se dispone a investir a un nuevo presidente, recalcó.

Alarmante violencia contra periodistas: SIP

7 de diciembre de 2006
De "alarmante" catalogó el miércoles la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) la situación de violencia contra los periodistas en México, país al que catalogó como uno de los más peligrosos en el mundo para ejercer la profesión.
Por ello, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Gonzalo Marroquín, pidió al gobierno mexicano, a los medios de comunicación y a los periodistas de ese país, a tomar "acción inmediata para quebrar el patrón de violencia que los afecta en México, país que se ha convertido en uno de los de mayor riesgo para el ejercicio de la profesión".
Marroquín también se mostró consternado por la desaparición de un reportero en el estado de Michoacán y las amenazas de muerte contra otros dos en Veracruz, entidad ubicada en el Golfo de México.
Según un comunicado de la SIP, José Antonio García Apac, director del semanario Ecos de Tepalcatepec, está desaparecido desde el 20 de noviembre pasado, y cinco días más tarde fue presentada la denuncia correspondiente ante las autoridades estatales.
Marroquín, director del diario guatemalteco Prensa Libre, enfatizó la importancia de que las autoridades federales asuman la responsabilidad de "investigar a fondo y con celeridad los asesinatos, desapariciones y agresiones contra periodistas para determinar si están relacionados a la actividad profesional y aplicar el peso de la ley a quienes ejecutan e instigan los delitos".
El pasado 21 de noviembre fue asesinado también en Veracruz el periodista Roberto Marcos García, quien se especializaba en temas policíacos.
El comunicado de la SIP también relata las amenazas contra el periodista gráfico Saúl Contreras, del diario El Mundo, de la ciudad veracruzana de Córdoba, y su colega Rafael Saavedra.
Explicó la SIP que Contreras "viajaba en su motocicleta por la carretera Fortín-Huatusco el sábado 2 de diciembre cuando cuatro sujetos que viajaban en otro vehículo lo forzaron a detenerse a punta de pistola, y mientras lo golpeaban vociferaban que ´¡Tú eres el próximo sentenciado a morir por tus publicaciones!´".
Según relató el fotógrafo, quien logró salir con vida del incidente, los individuos huyeron del lugar presumiblemente inhibidos por los vehículos que circulaban por la carretera, algunos de los cuales hicieron cambio de luces.
El 2006, comentó el comunicado de la SIP, ha sido uno de los más violentos contra los periodistas en México. Además de Marcos García, han sido asesinados otros siete, mientras que tres están desaparecidos.
Según el libro Mapa de Riesgos para Periodistas, sobre México pesa "una grave amenaza al ejercicio libre del periodismo".

SIP: Profesión de alto riesgo

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó hoy de "alarmante" la violencia contra los periodistas en México y expresó consternación por la desaparición de un reportero en Michoacán y las amenazas de muerte contra otros dos en Veracruz.
"Urge al gobierno de México, a los medios de comunicación y a los periodistas en general, tomar acción inmediata para quebrar el patrón de violencia que los afecta" , dijo Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
El directivo afirmó que México se ha convertido en uno de los países de mayor riesgo para el ejercicio de la profesión.
La SIP informó de que José Antonio García Apac, director del semanario "Ecos de Tepalcatepec" , en el estado de Michoacán, suroeste del país, está desaparecido desde el 20 de noviembre pasado.
Cinco días más tarde fue presentada la denuncia correspondiente ante las autoridades estatales.
Según sus familiares, García Apac, de 50 años, se comunicó el día de su desaparición con su hijo para avisarle de que regresaba a Morelia, capital del estado, desde el municipio de Tepalcatepec.
Desde esa fecha se desconoce su paradero y según información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, García Apac presuntamente fue sacado de su vehículo por personas que conducían en una camioneta.
Según sus compañeros, el periodista "no le dio importancia a una advertencia que habría recibido hace dos meses" , señaló la SIP, con sede en Miami (Florida) .
Marroquín, director del diario guatemalteco Prensa Libre, destacó la importancia de que las autoridades federales indaguen los casos de violencia contra periodistas.
Se deben "investigar a fondo y con celeridad los asesinatos, desapariciones y agresiones contra periodistas para determinar si están relacionados con la actividad profesional y aplicar el peso de la ley a quienes ejecutan e instigan los delitos" .
Otro de los casos mencionados por la SIP es el relacionado con el periodista gráfico Saúl Contreras, del diario El Mundo, de Córdoba, ocurrido en el estado de Veracruz, sureste de México.
Contreras viajaba en su motocicleta por la carretera Fortín-Huatusco el sábado 2 de diciembre cuando cuatro sujetos lo forzaron a detenerse a punta de pistola y mientras lo golpeaban vociferaban: "¡Tú eres el próximo sentenciado a morir por tus publicaciones!" .
Según el fotógrafo, que logró salir con vida del incidente, los individuos huyeron del lugar presumiblemente por la presencia de vehículos que circulaban por la carretera, alguno de los cuales hicieron cambio de luces.
Otro periodista de El Mundo, Rafael Saavedra, fue amenazado al día siguiente. En un editorial el diario atribuyó ambas amenazas de muerte al crimen organizado.
"El delito, informar sobre hechos relacionados con el narcotráfico" , denunció el periódico.
Tanto Contreras como Saavedra denunciaron las intimidaciones ante las autoridades locales.
También el pasado 21 de noviembre fue asesinado en Veracruz el periodista Roberto Marcos García, especialista en temas policíacos. Este año, uno de los más violentos contra los periodistas en México, además de García, han sido asesinados Adolfo Sánchez Guzmán (28 de noviembre) , José Manuel Nava Sánchez (16 de noviembre) , Misael Tamayo Hernández (10 de noviembre) , Bradley Ronald Hill (27 de octubre) , Enrique Perea Quintanilla (9 de agosto) , Ramiro Téllez Contreras (10 de marzo) y Jaime Arturo Olvera Bravo (9 de marzo) .
El caso de José Antonio García Apac se suma a las desapariciones de Rafael Ortiz Martínez, el 8 de julio de 2006. y de Alfredo Jiménez Mota. el 2 de abril de 2005.
El libro Mapa de Riesgos para Periodistas, una investigación de la SIP, indica que sobre México pesa "una grave amenaza al ejercicio libre del periodismo. El crimen organizado, en diferentes zonas del país, se ha erigido como el censor y guardián de este oficio, siempre cuidando sus intereses" .