El filósofo del metro dice:
El mayoriteo es la
cárcel la mediocridad
Otorgan cheque en blanco a
García Luna y Chávez Chávez
Roberto Fuentes Vivar*
La comparecencia del secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, ante diputados y la ratificación de Arturo Chavez Chavez como Procurador General de la República, por parte del Senado, tienen muchas consecuencias y muchas interpretaciones.
En primer lugar significan, por la forma en que se desarrollaron ambos eventos, que los dos principales funcionarios públicos relacionados con la seguridad y la justicia estarán en sus cargos por tres años más, pero con una estancia ampliamente cuestionada por parte de la sociedad mexicana.
En segundo lugar, representan la continuidad de un programa de seguridad pública también cuestionado y con el cual una buena parte de la sociedad, incluyendo la mayoría en el poder legislativo no están de acuerdo.
Un tercer punto, es que representa la forma en que las dos principales fuerzas legislativas, PRI y PAN, pueden ponerse de acuerdo para tomar decisiones que atentan contra los deseos de la sociedad y son incapaces de escuchar las voces en contra. Este último punto, puede servir para proyectar hacia futuro como esos dos partidos van a buscar coincidencias para aprobar un paquete económico para 2010, seguramente en contra de lo que piensa la mayoría de los ciudadanos.
De hecho, la forma en la que el Partido Revolucionario Institucional cedió en el senado la responsabilidad del nombramiento del procuradur general de la República, es una forma del propio poder legislativo de ceder soberanía para que continúen los programas de seguridad pública.
Al respecto quisiera hacer algunos comentarios, hace unos días estuve con uno de los principales funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública Federal quien me explicó lo que va a venir en los próximos meses cuando menos en materia penitenciaria.
Para ponerlo en contexto, hay que señalar que tan sólo en un año, el número de presos en reclusorios federales aumentó 69 por ciento y la población sujeta a proceso creció en 140 por ciento. Es decir que, por la supuesta lucha contra el crimen organizado, estamos viviendo una sobrepoblación en cárceles federales, a la que se sumará en breve el traslado de delincuentes federales que están en cárceles estatales.
Para combatir esta sobrepoblación, se planea que en dos años más pasen de seis a 24 centros penitencias federales. Es decir que se cuadruplicarán las instalaciones.
Nada más el año entrante se construirán 12 nuevos penales federales que van a tener un sistema privatizado de construcción, pues las empresas los financiarán, incluyendo la adquisición de terrenos, y el gobierno estará obligado a pagar algo así como dos mil 500 millones de pesos anuales.
Además se planea establecer un nuevo nivel llamado de supermáxima seguridad en los penales, en donde estarán los reos que pueden poner en peligro la estabilidd de un centro penitenciario. Es decir que tendrán mayor seguridad que la Palma, en el estado de México o Puente Grande en Jalisco.
En síntesis, lo que sucedió ayer en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República fue dar un cheque en blanco para que dos funcionarios cuestionados, tengan una especie de cheque en blanco para continuar con una política de seguridad nacional también altamente cuestionada.
Como dice el filósofo del metro: Cuando se construyen más carceles que escuelas la convicción es una cárcel.
*Comentario para Radio Educación/25 de septiembre de 2009