El filósofo del metro dice:
No hay peor enfermo que
el que no quiere curarse
Las empresas ganan,
el país pierde y la
IP no paga impuestos
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana se presentaron varios acontecimientos relacionados con el paquete económico para 2010 que merecen comentarios. En primer lugar parece ser que ya hay un acuerdo entre el PRI y el PAN para que en unas horas más se apruebe en tiempo y forma, en el Senado de la República, la Ley de Ingresos, con pocas modificaciones con respecto a la minuta presentada por la Cámara de Diputados, aunque todavía habrá trela de donde cortar la semana entrante, sobre todo cuando comience a discutirse el presupuesto de Egresos.
Pero todas estas discusiones han tenido un ambiente interesante y se han registrado encuentros y desencuentros entre los principales actores de la vida política y económica del país.
Para analizar el texto y el contexto de manera cronológica, uno de los primeros acontecimientos de la semana fue que el Senado dio marcha atrás al impuesto de 3% a las telecomunicaciones luego de que el domingo pasado unas 300 personas -teitteros, como se les ha llamado- se manifestaron en el Parque Hundido.
Es interesante la capacidad de reacción de los senadores a una que pudo haber sido una manifestación más, pero lo que vale la pena aquí es ver quiénes se manifestaron. Fueron personas con computadora o blackberry en mano y a pesar de su poco nutrida convocatoria física, lograron su cometido y se convertirán en una especie de héroes de las telecomunicaciones.
¡Qué bueno que lograron echar para atras ese impuesto y que luchen por que la cibernética llegue cada día a más mexicanos!. pero aquí valdría la pena pregunatarnos ¿porque no se hace caso a otras manifestaciones más numerosas? quizá porque en ellas no marchan quienes podrían ser hijos de secretarios de estado o de empresarios.
El otro hecho histórico es que Felipe Calderón pusiera en entredicho la forma en que las grandes empresas pagan impuestos. Lo más seguro es que sus palabras hayan sido planteadas para aumentar su popularidad asumiendo el discurso de la izquierda y no con fines realemnte de poner en cintura a los evasores y elusores de impuestos.
De hecho, él dijo que las grandes empresas solo colaboran con el 1.7% del total de la recaudación total, mientras hoy el secretario de Hacienda corregía que la participación de los corporativos es del 35%. Lo real es que sí hay una fuerte elusión de impuestos, como lo hemos denunciado aquí desde hace varios años y se ha documentado en los informes de la Auditorio Superior de la Federación. No es ilegal, pero los grandes corporativos pagan ejércitos de contadores para eludir, de acuerdo con las leyes, el pago de impuestos.
Precisamente otro acontecimiento de esta semana tiene que ver con estos grandes corporativos. Ayer se cumplió el plazo para que las empresas reportaran sus estados financieros a la Bolsa Mexicana de Valores.
El resultado es que ninguna empresa registró pérdidas. En muchos casos sí hubo una reducción de utilidades, pero en otros muchos las ganancias aumentaron hasta 70 ó 90 por ciento. En términos generales, los resultados son mejores de lo que habían previsto las mismas empresas y los analistas.
Lo paradójico del caso es que ayer mismo el Banco de México reiteraba que la economía tendrá un declive de 7% en el año, es decir que seguimos en crisis y seguramente seremos uno de los países con peores resultados económicos en el tercer trimestre. Sin embargo, las empresas ganaron y es muy probable que en conjunto, los resultados de los corporativos de la Bolsa sean de los mejores del mundo.
En síntesis, el paquete fiscal de 2010 una vez aprobado seguramente recargará más el gasto público en las espaldas de los contribuyentes cautivos, sin tocar a los grandes coporativos, pero hay dos acontecimientos que pasarán a la historia: la forma en que un movimiento social virtual echó para abajo un impuesto y el hecho de que por primera vez se les impusiera a los grandes corporativos el sello de elusores y hasta evssores fiscales.
Si realmente se quiere terminar con esta situación, desde ahora debe plnatearse un debate fiscal real con miras a futuro. Como dice el filósofo del metro: No hay peor enfermo que el que no quiere sanar.
*Comentario para Radio Educación/30 de octubre de 2009