El filósofo del metro dice:

Te salvo la vida
a costa de la
mano de tu hermano

Las negociaciones con el SME
y la reducción de pensiones

Roberto Fuentes Vivar*


El acuerdo firmado ayer por el Sindicato Mexicano de Electricistas con el gobierno federal para levantar la huelga de hambre, podría significar una victoria para los trabajadores, pero podría ser nada más una estrategia gubernamental para dar un paso más en contra del sector laboral mexicano.
La forma en que se dio este pacto, firmado por Martín Esparza como dirigente del SME y por los secretarios de Gobernación y del Trabajo, Francisco Blake Mora y Javier Lozano Alarcón, deja entrever que, en principio, el gobierno no dará marcha atrás al decreto de octubre del año pasado y que el acuerdo podría servir sólo para evitar, de manera inmediata, las muertes de Cayetano Cabrera Esteva y Miguel Ángel Ibarra Jiménez.
Poco antes del pacto, desde el fin de semana pasado una buena parte de los medios de comunicación masivos, que han estado en contra del SME, comenzaron a dar espacio al estado de gravedad de estos dos huelguistas de hambre e incluso alertaron sobre la posibilidad de su muerte en días próximos.
En estos mismos espacios se ha condenado abiertamente la actitud del gobierno cubano al no haber hecho caso a los huelguistas de hambre de ese país que han fallecido, por lo que su obligación hubiera sido criticar al gobierno mexicano en caso del deceso de los dos militantes del SME.
Por eso es que el gobierno federal no quería cargar sobre su imagen, nacional e internacional, la posible muerte de los trabajadores y decidió entablar pláticas con el sindicato.
Ahora, ¿qué es lo que se pactó? En términos generales, una mesa de diálogo para “revisar y concretar” alternativas de solución al conflicto de Luz y Fuerza del Centro. Pero pueden pronosticarse varios puntos en los que el gobierno no cederá.
1.- No dará marcha atrás al decreto de eliminación de Luz y Fuerza del Centro. 2.- No permitirá que el Sindicato Mexicano de Electricistas vuelva a ostentar el poder político y social que llegó a tener. 3.-Continuará brindado todo su apoyo a la Comisión federal de Electricidad.
Quizá el único punto de acuerdo es que se nombrara precisamente a la CFE como patrón sustituto, pero eliminando todas las prestaciones laborales para los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
En fín, sí puede tratarse de una victoria del SME, porque al menos el gobierno les hizo caso y decidió sentarse a iniciar conversaciones, las cuales serán previsiblemente un diálogo de sordos.
Lo que sí es preocupante es que en el ambiente laboral el acuerdo fue firmado en un momento muy específico, en el cual está a discusión si se reducen hasta en 60 por ciento el monto de las pensiones de los jubilados del Instituto Mexicano del Seguro, lo cual sería tan ilegal como lo fue el decreto de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro.
En este sentido, no es de extrañar que haya abierto un diálogo con los trabajadores del SME, mientras por el otro lado se avanza la reducción de las pensiones de más de un millón de extrabajadores jubilados.
Es decir que la estrategia gubernamental bien podría ser la de apaciguar temporalmente un conflicto laboral, para que silenciosamente, se eliminen casi de un plumazo avalado por la Suprema Corte de Justicia, los derechos y prestaciones de quienes trabajaron toda su vida para México. Como dice el filósofo del metro: te salvo la vida, pero corto la mano de tu hermano.

Comentario para Radio Educación/ 23 de julio de 2010

El filósofo del metro dice:

Primero muertos que
pagar impuestos

En Alemania, los ricos
piden tributar más;
aquí evaden al fisco

Roberto Fuentes Vivar*

Esta mañana apareció en la primera plana de La Jornada una noticia que para nosotros podría parecer insólita, pero quizá para los europeos sea algo normal. Resulta que el grupo llamado el club de la riqueza, integrado por los 51 millonarios más grandes de Alemania propuso que les aumentaran los impuestos para ayudar a su país.
Concretamente escribieron a Angela Merkel sugiriendo aportar 10 por ciento de sus ganancias durante los próximos 10 años. Según la información de Roberto González Amador, la carta ya es objeto de debate a nivel mundial.
Dentro de la propuesta destacan dos puntos. El primero que la lista de los 51 millonarios no se ha hecho pública, lo que significa que no se pretende un golpe de imagen de los empresarios o sus consorcios y le segundo es que no se busca que las acciones se queden en el simple altruismo, sino que sea a través de un impuesto especial como contribuyan los ricos a solucionar los problemas de Alemania.
Cabe aclarar, nada más como contexto, que esta propuesta alemana se presenta nada menos que cuando Estados Unidos aprobó su reforma financiera, la cual se enfrentó desde que fue presentada por Barak Obama, a la férrea oposición de los dueños y accionistas de bancos que ven en los cambios una amenaza a sus ingresos.
¿Qué sucede mientras tanto en México, uno de los países con más millonarios que aparecen en la revista Forbes? Para empezar hay que decir que el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, ayer en su más reciente intervención pública, propagaba más privatización sobre todo en sectores como la energía y las telecomunicaciones.
Otros de los grupos más ricos del país como Fomento Económico Mexicano, dueño de Coca-Cola y de los Oxxo, eran multados por la Procuraduría del Consumidor en Nuevo León, Tamaulipas o Coahuila, por ocultamiento de agua o simplemente por encarecerla, aprovechándose de la ciudadanos en situaciones de tragedia por el huracán Alex.
Otros empresarios que no aparecen en Forbes, pero que sí tienen el dinero suficiente como para ingresar en una lista de millonarios alemanes, son los gaseros. Concretamente grupos como Tomza, de Tomás y Enrique Zaragoza, también han sido acusado de lucrar con las necesidades de la población. Pero no solo eso, sino que a través de triangulaciones logran hacer sobornos en países latinoamericanos, evadiendo impuestos en México. Incluso esta semana se dio a conocer que el Instituto Federal de Acceso a la Información, el IFAI, pidió apenas el detalle de lo que ocurrió hace 25 años en la tragedia de SanJuanico y una explicación de porqué las gaseras no han salido de San Juan Ixhuatepec.
En fin, cada semana hay detalles que pueden engrosar la lista de las prácticas ¨nobles” de los empresarios mexicanos, quienes están dedicados a practicar deportes como la fuga de divisas, la evasión de impuestos, el acaparamiento de productos básicos el encarecimiento de artículos de primera necesidad o simplemente el lucro indiscriminado en sociedad con funcionarios públicos.
Seguramente ninguno de los más de 100 multimillonarios mexicanos en dólares aceptará una propuesta como la alemana, porque aquí prevalece la idea de que primero muertos que pagar impuestos. Como dice el filósofo del metro. Aquí los empresarios alemanes hablan en chino.
*Comentario Para Radio Educación/16 de julio de 2010

El filósofo del metro dice:

Los bolsillos no se
llenan con palabras

La economía como uso electoral


Roberto Fuentes Vivar*

Felipe Calderón parece un hombre desesperado. Un hombre que trata de aferrarse al timón de un barco que se va a pique. En esta semana todos los días ha hecho llamados a la unidad y ha recurrido a indicadores económicos y programas que muchos consideran electoreros para tratar de tapar el agujero que se encuentra en el fondo de la nave.
Sin embargo, la violencia, atribuida a un ser etéreo que nombran crimen organizado y que parece ser un hijo putativo de una madre llamada descomposición social y un padre a quien se conoce solo como modelo económico, mostró uno de sus mayore símbolos de poderío al ser asesinado el candidato priista al gobierno de Tamaulipas.
Además de la violencia se sumaron a la pérdida de control del barco factores meteorológicos como el huracán Alex, elementos deportivos como la eliminación de la selección nacional en Sudáfrica, pues se esperaba que el futbol fuera una distracción social mayor, y hasta las encuestas electorales cuyos resultados ya no se pueden difundir, por ley, pero que demuestran una total incapacidad del partido federal en el poder.
Ante todo esto, Felipe Calderón ha recurrido a presentar casi diariamente y en cadena nacional, a una especie de diario de las buenas noticias económicas.
Así, ha presentado dos programas, que pudo haberse esperado para lanzarlos después de las elecciones del domingo, como la eliminación de la tenencia vehicular –que por cierto beneficia solo a los más ricos y a la clase media con cierto poder adquisitivo- y los cinco puntos de simplificación en el pago de impuestos.
Así también se han presentado anuncios espectaculares como la marca histórica de las reservas internacionales superior a 100 mil millones de dólares, el aumento de 12 por ciento en las remesas familiares, la desinflación en la primera quincena de junio, el crecimiento de las exportaciones manufactureras, el repunte en el crédito y hasta un crecimiento, por primera vez desde la crisis, de la inversión física del gobierno federal.
A todo esto se suman los anuncios de inversión por alrededor de 4 mil millones de dólares que se presentaron a las pocas horas de que fue asesinado el candidato a gobernador de Tamaulipas. Incluso el anuncio más reciente de Felipe Calderón fue el de ayer por la tarde, cuando informó que en el primer semestre se habían cread 500 mil nuevos empleos. Esta información más que ser presentado como algo espectacular, debió de haber sido solo el cumplimiento de su deber o de sus promesas de campaña, cuando se autonombró el presidente del empleo.
En todos los casos en que la economía ha sido utilizada para intentar dar la idea de que el barco en vez de ir a pique sigue el rumbo correcto, Felipe Calderón ha usado todos los medios del estado para contrarrestar la realidad. Y desde luego fueron anunciados, difundidos o simplemente expresados a la sociedad a unos días de las elecciones en 11 estados.
El problema para Felipe Calderón, es que todos estos datos económicos forman parte de estadística que nadie los cree, ni siquiera sus aliados. Por eso, está solo como gran elector y su imagen sigue siendo la del civil disfrazado de militar, con un traje que le queda grande. Como dice el filósofo del metro: los bolsillos no se llenan con palabras.

*Comentario para Radio Educación/2 de julio de 2010