El filósofo del metro dice
Obedézcase pero
no se cumpla
Cuando el dinero manda
la ley entra en desuso
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana ha sido especialmente interesante en lo que se refiere a cómo los medios se convierten en noticia y cómo influyen en la agenda política y económica del país. En primer lugar se encuentra desde luego el editorial del Diario de Juárez que ha sido ampliamente polemizado y debatido entre lo que se llama el círculo rojo del país.
En el caso de este editorial es interesante que, por primera vez en la historia, un medio de comunicación dirige su mensaje al crimen organizado, reconociéndolo como el verdadero poder, concretamente, en el estado de Chihuahua.
Quienes están en contra de la forma en que actuó el periódico, consideran ese editorial como una manera de ceder ante el crimen organizado o de claudicar a los principios periodísticos. Sin embargo, por el otro lado, es una novedosa fórmula para hablar abiertamente a los poderes fácticos. Yo me pregunto ¿cuántos medios de comunicación en todo el país no emitirán el mismo mensaje pero en lo oscurito y sin que nadie lo sepa? Quizá muchos que ya han negociado, pero no lo han hecho abiertamente como El Diario de Juárez lo propone.
Otra noticia que tiene que ver con los medios es la decisión del juzgado cuarto de distrito en materia administrativa en que la que se ordena a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes suspender la licitación 21 para que no se entreguen los títulos de concesión de 30 megahercios adjudicados a Televisa y Nextel por sólo 180 millones de pesos, mientras que Telcel y Telefónica tendrían que pagar más de 4 mil millones de pesos por una concesión similar.
La decisión de la juez Guadalupe Rivera es congruente con otra medida similar emitida por un juez de Tamaulipas en la que se ordenaba a la dependencia y a Cofetel a detener el proceso por las incongruencias jurídicas y con otra de un juez de Guerrero en el mismo sentido.
En términos generales, la entrega de estas frecuencias a Televisa-Nextel ha sido considera por expertos como un despojo a la nación a favor de un grupo mediático. Sin embargo, las autoridades han hecho caso omiso de las decisiones del poder judicial.
Es decir que encima del poder ejecutivo y el poder judicial se encuentra el verdadero poder, el poder fáctico que ejerce Televisa sobre las ondas que pertenecen a toda la nación y a todos los mexicanos.
La orden de la juez Rivera señala concretamente que se paralice el uso, goce o explotación de estas frecuencias adjudicadas al consorcio de Chapultepec 18 de Emilio Azcárraga.
Sin embargo, la respuesta del director jurídico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Sánchez Henkel, es, por decir lo menos, cínica e irrespetuosa, pues este oscuro personaje que devenga su salario con los impuestos de todos los mexicanos dijo que no acatará la orden judicial, pues solo le representa una multa de 120 días de salario mínimo. Es decir algo así como siete mil pesos, los cuales pueden salir de la bolsa de cualquier funcionario medio de Televisa sin problema alguno.
La juez también indica que se deben investigar los perjuicios que pudiera ocasionar la entrega y los daños que podrían irreparables que podría causar esta concesión desde el punto de vista social. Pero eso no interesa ni a Mony de Swann, quien es titular de Cofetel, a pesar de las opiniones de legisladores en su contra, ni a Juan Molinar Horcaditas, quienes responde a un poder fáctico llamado Televisa.
En fin, quién manda en el país, cuáles son los verdaderos poderes fácticos. Cómo dice el filósofo del metro: Cuando el dinero manda, el verbo cumplir entra en desuso.
*Comentario para Radio Educación/24 de septiembre de 2010