El filósofo del metro dice
Virtud y virtual
no son lo mismo
México creció virtualmente en
2010 pero no en los hechos
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana se dieron a conocer diversos datos que provocaron la euforia del gabinete económico mexicano. Nuevamente se echaron las campanas al vuelo y hasta el secretario de Hacienda tuvo su desliz de optimismo al asegurar que con seis mil pesos cualquier familia podría vivir con automóvil, casa, alimentación y salud asegurados. Desde luego que más tarde tuvo que desdecirse es decir que no dijo o no quiso decir lo que dijo.
Pero en fin, fuera de este desliz, esta semana se informó que durante 2010 la economía, medida a través del producto interno bruto creció 5.5 por ciento, lo que dio alas al optimismo desmedido e inmediatamente las autoridades aseguraron que la recuperación había llegado.
Hay muchos datos oficiales que sirven para enfriar la euforia de los economistas. En primer lugar, basta decir que ese aumento de 5.5 por ciento no compensa la caída del año anterior que había sido de 6.1 por ciento, es decir que todavía seis décimas de punto porcentual debajo de lo que estábamos en 2008.
Curiosamente hay diversos datos oficiales que no confirman este bienestar tan festinado por la secretaría de Hacienda. Por ejemplo, según el INEGI las ventas solo crecieron 2.4 por ciento, pero eso sí los ingresos en los servicios privados se incrementaron 6.4 por ciento.
Además, también el Banco de México presentó el informe sobre las cuentas externas, en donde se demuestra que creció el déficit en cuenta corriente a tres mil 600 millones de dólares, mientras que el año anterior se había registrado un superávit. Es decir que en 2010 salio más dinero del que entró al país.
Parte de esta descompensación se debe a que ni las remesas, ni el aumento de las importaciones de petróleo, pudieron compensar una caída de 44 por ciento en la inversión extranjera directa, tan solo en el último trimestre del año.
Para colmo, esta mañana el INEGI informó que, medido en precios nominales, el Producto Interno Bruto equivalió a 13 billones 880 mil millones de pesos, cifra que podría considerarse positiva, pues supera a la de 2009.
Sin embargo, si se divide esta cantidad entre 103 millones 264 mil que vivimos en territorio nacional, nos da un producto interno bruto por habitante de 134 mil 415 pesos. En términos generales si los ingresos de los mexicanos fueran esos en promedio, el país tendría equilibrio, pues cada ciudadano tendría un sueldo superior a 10 mil pesos mensuales. Lamentablemente esos 134 mil pesos no se distribuyen, sino que forman parte sólo del valor de cada mexicano en el papel.
Incluso, si esos 134 mil pesos, los cambiamos a dólares, a un tipo de cambio de 12.50 promedio para el año pasado, resulta que el producto interno bruto por habitante fue de 10 mil 700 dólares, cifra superior a la del año anterior, sobre todo por la revaluación del peso y el crecimiento económico.
Pero esos más de 10 mil dólares nos sitúan, aproximadamente, en el lugar número 100 del mundo en lo que se refiere a PIB per cápita, cerca de Sudáfrica, Panamá o Dominicana, pero muy por debajo de Costa Rica, Uruguay, Argentina, Bostwana o Gabón. Incluso muy por debajo de los 13 mil dólares por habitante que llegamos a tener hace unos años.
Pero eso sí, las campanas ya están echadas al vuelo y la economía virtual ronda en las computadoras en todo su apogeo. Como dice el filósofo del metro. El virtuosismo no tiene nada que ver con el virtualismo.
Como dice el filósofo del metro. El virtuosismo no tiene nada que ver con el virtualismo.
*Comentario para Radio Educación/25 de febrero de 2011