El filósofo del metro dice:
Las mineras no solo
extraen metales,
también sangre
Autoridades se pasean en Davos,
mientras asesinan a trabajadores
Roberto Fuentes Vivar*
Mientras las autoridades mexicanas están más
preocupadas por el Foro Económico Mundial de Davos y por tratar de mantener las
canonjías para los grupos empresariales en el Tratado del Libre Comercio, el
problema de los trabajadores mexicanos se agrava cada día más.
Concretamente ayer, sindicatos estadounidenses y
mexicanos anunciaron la presentación de una queja ante el Departamento de
Trabajo de Estados Unidos porque consideran que México viola los estándares
laborales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La principal
queja en este sentido son los bajos salarios que se pagan en nuestro país, por
lo que la principal central laboral estadounidense (la famosa AFL-CIO) apoyó a
la Unión Nacional de Trabajadores, y anunciaron que juntas recurrirán al
gobierno estadounidense, porque el de México definitivamente no les hace caso..
Para colmo, en Guerrero, esta semana fue asesinado
otro líder de trabajadores en la minera Media Luna. Es el tercer asesinato que
se presenta en esa empresa tras de que estalló un paro de labores hace menos de
dos meses. Desde luego, los agremiados al sindicato que preside Napoleón Gómez
Urrutia culparon del asesinato a la Confederación de Trabajadores de México
(CTM) que fue contratada como sindicato de protección por parte de la empresa
canadiense Torex Gold.
Valga el entorno de Davos y de las negociaciones del
TLCAN, para tratar un poco de la situación de los trabajadores mexicanos y en
especial de los mineros.
Desde hace cuatro sexenios –cuando se modificaron
varios artículos constitucionales- las mineras canadienses han tenido un “boom”
en nuestro país. Por eso, 70 por ciento del oro que se extrae en territorio
nacional es sacado por empresas extranjeras. De hecho casi 95 por ciento de las
compañías mineras que operan en México son de capital externo y 65 por ciento
de ellas provienen de Canadá.
En estos más de 25 años, las autoridades (gobierno
federal y algunos estatales) han permitido que muchas empresas canadienses
violen diversos derechos de la población mexicana, desde las garantías
individuales hasta la cultura indígena, pasando por las cuestiones ambientales.
Incluso hay casos de asesinatos (por guardias blancas) y asuntos que han sido
llevados al seno de la Organización de las Naciones Unidas.
La pregunta generalizada era ¿cómo Canadá que ha
mostrado alta sensibilidad, al grado de ser el país de toda América más
interesado en preservar derechos humanos, laborales y ambientales, permite que
sus empresas mineras violen los principios que el gobierno defiende?
Ante esta pregunta, Justin Trudeau en Canadá ha
hecho lo que ha omitido el gobierno mexicano, crear un ombudsman para que sus
empresas respeten los derechos de los ciudadanos en países como el nuestro.
Concretamente el gobierno canadiense instituyó el
OmbudsPerson para la Responsabilidad Empresarial, que responde a las demandas
de diversos movimientos sociales y organismos mexicanos y de otros países que
se quejan por las violaciones de las empresas de Canadá en sus territorios.
Incluso un día antes de que se diera conocer este
ombudsman canadiense, la Red Mexicana de Afectados por la Minería, daba a
conocer un posicionamiento sobre el Modelo Extractivo Minero, en el cual
denunciaba la irresponsabilidad de las mineras pues se violan diversos derechos
de la población, mientras las empresas han argumentado una serie de mecanismos
justificatorios y de falacias compartidas por los sectores empresarial y
gubernamental. Con estas justificaciones permiten abusos, entre ellos los
asesinatos como el de Quirino de hace unos días.
Es interesante cómo el gobierno de Justin Trudeau haya
puesto el ejemplo para que las empresas mineras canadienses respeten los derechos
humanos de los trabajadores en México, mientras que el gobierno de Enrique Peña
Nieto ha hecho caso omiso de los abusos empresariales.
El ombudsman canadiense todavía no opera, porque
primero tienen que establecerse ciertos mecanismos y reglamentos para su
funcionamiento. Sin embargo, es casi seguro que el primer caso que aborde sea
el de la Media Luna, porque ya le fue presentado ante la nueva instancia de
Canadá
Mientras tanto, el gobierno mexicano prefiere
defender a las empresas en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio y en
el Foro de Davos que tratar de frenar los asesinatos y los abusos. Por eso todo
lo que se trate de defender a los trabajadores mexicanos tiene que venir del
exterior.
Dice el filósofo del metro: Las mineras no solo
extraen metales, también sangre.
*Comentario para Radio Educación/ 26 de enero de 2018