El filósofo del metro dice:
No hay mayor tormento que
un país con endeudamiento
Deja EPN a AMLO una economía en ruinas
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana uno de los temas que se mantuvo en la
agenda nacional fue el de la deuda pública, debido a la información que surgió
en Estados Unidos sobre un nuevo préstamo por 10 mil millones de dólares.
Ayer, el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez,
desmintió que el Gobierno federal haya adquirido nueva deuda. Lo que sucedió,
dijo, fue un registro ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, el cual es
un requerimiento regulatorio que no implica nuevas contrataciones.
Aprovechó para decir México es el único país del G20
que ha logrado bajar su deuda en relación con el tamaño de su economía, porque
el endeudamiento ha pasado del 48.7% del PIB de hace tres años, a un nivel de
42.4% este año, Textualmente señaló que se trata de una notable reducción lo
que ha permitido luchar contra la pobreza.
Fuera de si estas declaraciones son ciertas, sí hay
un hecho concreto, la deuda pública se ubica en estos momentos en 11 billones
de pesos, es decir once millones de millones de pesos, cantidad que significa
el doble del gasto neto anual.
Qué significa esto, pues nada menos que para pagar
la deuda se necesitarían dos años de que el gasto público se destinara
totalmente a liquidar el endeudamiento, sin gastar un peso ni en sueldos, ni en
programas, ni en pensiones, ni en inversión pública. Dos años utilizando todo
el gasto solo para pagar la deuda.
¿Y realmente ha servido este aumento de la deuda de
más de cuatro billones de pesos en este sexenio para mejorar las condiciones de
vida de los mexicanos como dice el vocero Eduardo Sánchez?
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado,
en su estudio de esta semana dice que no: y señala textualmente que “buena
parte del gasto gubernamental se canaliza a diversos programas que se
consideran regresivos, pues benefician a los que menos lo requieren” y señala
específicamente que la inversión productiva se encuentra en los niveles más
bajos como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) y existe una gran
cantidad de programas y acciones sociales que no reflejan un beneficio claro
para la población. Es más, este endeudamiento, ni siquiera ha tenido un efecto
importante en el crecimiento ni ha contribuido a reducir la pobreza, pero si se
ha reflejado en un creciente déficit para financiar con deuda, es decir
endeudarnos más para pagar la deuda.
¿Qué significa esta deuda de 11 billones de pesos? Si
se divide entre la población resulta que cada mexicano mayor de 18 años tiene
una deuda de 120 mil pesos, porque el gobierno actual y los dos anteriores
decidieron gastar para beneficiar a quienes más tienen.
Veamos el contenido de la deuda neta del sector
público federal, incluyendo al gobierno federal y las empresas del estado, hay siete
billones de deuda interna y otros cuatro billones a deuda externa.
¿Y a quién ha beneficiado la deuda? Tanto la interna
como la externa beneficia directamente a los bancos nacionales y extranjeros,
pero también a un pequeño grupo de alrededor de 200 mil mexicanos que son
clientes de las casas de bolsa y por lo tanto son los dueños de los bonos
gubernamentales y reciben los intereses del dinero que pagamos todos los
mexicanos anualmente para pagar la deuda.
Por cierto que esta semana también se dio a conocer
el inicio de operaciones de una nueva bolsa de valores La Bolsa Institucional
de Valores (Biva) la cual supuestamente ampliará la oferta de financiamiento
para pequeñas y medianas empresas y significará otra opción para los
inversionistas. Habrá que ver cómo funciona pero si es previsible que los
beneficiarios sean precisamente los 200 mil clientes de las actuales casas de
bolsa.
Regresando al tema de la deuda, Enrique Peña Nieto
dejará el país a Andrés Manuel López Obrador con una bomba de tiempo y con un
reducido margen de maniobra pues a deuda, salarios y pensiones se tendrán que
destinar tres de cada cuatro pesos del gasto público. ¿Y lo demás?, pues a ver
cómo le hace. Dice el filósofo del metro: No hay peor tormento que un país con
endeudamiento.
*Comentario para Radio Educación/27 de julio de 2018