El filósofo del metro dice:
El miedo a la libertad,
enemigo de la sociedad
Por la consulta, nuevamente
política para insuflar temor
Roberto Fuentes Vivar*
La consulta sobre el aeropuerto de la ciudad de
México que se lleva a cabo desde ayer y hasta el próximo domingo ha polarizado
a la población, pero también ha servido para que los principales grupos de
poder económico nuevamente intenten generar un ambiente de miedo entre la
población.
Más allá de los aspectos técnicos de las dos
opciones que se mencionan, hay varios temas relacionados que vale la pena
comentar. El primero es que se trata precisamente de una consulta a la
ciudadanía y no de una elección. En este sentido, en redes sociales y medios de
comunicación se ha notado la intención de desvirtuarla confundiéndola
precisamente con un proceso electoral.
Una consulta es un ejercicio para que el ciudadano
plasme una opinión sobre un tema y si una persona puede o no votar muchas
veces, es un asunto de conciencia individual. Por eso no hay ni los castigos ni
las limitaciones que existen en una votación electoral.
Otro asunto que es importante es el contexto
general. La consulta de estos días es una especie de referéndum, a cuatro meses
de las elecciones, para conocer la opinión ciudadana en torno a un tema
particular. En este sentido, si triunfa la negativa a construir el aeropuerto
en Texcoco, puede considerarse como otro voto de castigo para los grupos de
poder económico que insisten en anteponer esa opción como única para el futuro
del país.
De hecho, esta semana se presentó un fenómeno
interesante: desde hace varios días, por lo menos desde el viernes pasado hasta
ayer, los mercados internacionales han estado nerviosos y las bolsas sufrieron caídas superiores a uno por
ciento el lunes, martes y miércoles. Ayer cerraron con ganancias y hoy la bolsa
mexicana de valores mostraba un retroceso de casi uno por ciento, a media
jornada.
El nerviosismo mundial se debe principalmente a las
tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Arabia Saudita y al presupuesto
que presentó Italia ante la Comunidad Europea, el cual rebasa el límite de
endeudamiento permitido en el viejo continente. Estos dos eventos ocasionaron
que las bolsas cayeran hasta tres por ciento en un solo día.
Lamentablemente, en México, muchos consultores e
instituciones de análisis intentaron culpar a la consulta por la caída de las
bolas y la devaluación de la moneda. Es interesante como, durante muchos años
estos analistas intentaban restar importancia a la situación interna del país y
generalmente culpaban a los fenómenos externos de todo lo malo que sucedía en
el país.
Ahora es al revés y resulta que la consulta es la
culpable de que, como dice BBVA Bancomer, el peso fuera la moneda más
depreciada en días recientes. Como si los inversionistas internacionales
estuvieran pendientes de la consulta para retirar su dinero de la bolsa de Fráncfort
que fue una de las más castigadas recientemente.
De hecho, muchos analistas han señalado que
paralizar las obras de Texcoco ocasionaría caídas bursátiles, devaluaciones y
una serie de problemas económicos que nos afectarían a todos los mexicanos. Es
decir intentan crear miedo entre la población, como lo trataron de hacer en las
elecciones pasadas.
El caso más palpable es el de Citibanamex que se
atrevió este martes a calificar la consulta como “el error de octubre” parafraseando
al error de diciembre de Ernesto Zedillo que ocasionó el famoso “Efecto tequila”. “Pensamos que el impacto económico y
financiero de la cancelación del actual proyecto del NAICM sería significativo
tanto en el corto como en el largo plazo, lo que nos llevaría a hacer una
revisión negativa de nuestro escenario macroeconómico”, decía Banamex.
Otra institución financiera que abordó el tema fue
CIBanco, que consideró que han comenzado a presentar las “Primeras reacciones
negativas del mercado cambiario mexicano a los planes de la nueva
administración pública”, precisamente por la consulta.
De hecho, el mismo martes, el presidente electo,
Andrés Manuel López Obrador, tuvo que salir a hacer declaraciones en el sentido
de que es falso que cancelar el aeropuerto en Texcoco provoque crisis
financiera y que se pretende meter miedo con supuestos desequilibrios
financieros, caídas de bolsa y devaluaciones.
El hecho concreto es que bancos, aseguradoras,
instituciones financieras y analistas emitieron su voto a favor de Texcoco e
insuflaron miedo para que la población favoreciera su opción. Nuevamente el
poder económico intentó mostrar su fuerza. Por lo pronto, esperaremos los
resultados. Como dice el filósofo del metro: el miedo es el principal socio de
un gran negocio.