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Friday, September 20, 2019

El filósofo del metro dice:

El dinero para damnificados:
de la donación a la clonación 
y no a la reconstrucción

Falta transparencia en 
el manejo de los fondos

Roberto Fuentes Vivar*


Ayer fueron recordadas las víctimas de los sismos del 1985 y 2017 y se realizó un macrosimulacro en el cual millones de mexicanos volvimos a vivir el miedo de hace dos años cuando precisamente después del simulacro se registró el temblor que dejó millones de damnificados.
Afortunadamente, el de ayer fue solo simulacro y ahí quedó. Pero además del recuerdo del miedo, otro de los sentimientos más presentes en la población mexicana, fue y es el de coraje, porque las cifras sobre el dinero para apoyar a los damnificados no son nada claras desde el sexenio pasado.
Por ejemplo hoy un diario, Excélsior habla de anomalías por 667 millones de pesos, mientras que el Heraldo ayer daba a conocer que se esfumaron siete mil 500 millones de pesos de ayuda a los damnificados y La Jornada de hoy señala que ya se investiga a exfuncionarios públicos por posible desvío de fondos de apoyo.
Casi todos los medios han sacado reportajes sobre malversaciones, desvíos o simplemente mala utilización de los fondos públicos de ayuda a los damnificados de hace dos años. Sin embargo, poco se habla que los posibles fraudes con el dinero privado y las donaciones.
Y aquí es en donde entra uno de los mayores enojos de la población, pues millones de mexicanos y miles de extranjeros donaron dinero para apoyar a quienes se quedaron sin casa o sin escuela.
Al respecto hay que recordar que dos días después del sismo del 19 de septiembre de 2017, el Consejo Coordinador Empresarial y el gobierno de Enrique Peña Nieto crearon el Fideicomiso “Fuerza México” en Nacional Financiera, con el propósito de concentrar los donativos públicos y privados para atender a los damnificados y “para que dichos apoyos se canalicen de manera rápida, eficiente y transparente a las zonas afectadas”.
Hasta hoy el Fideicomiso Fuerza México dice haber recaudado 450 millones 383 mil 284 pesos, de los cuales ha invertido 404 millones 090 mil 621 pesos, con los que dice haber construido cinco mil 240 viviendas (para 20 mil 960 personas), apoyado a 17 escuelas (cuatro mil 744 estudiantes), cuatro mercados, 11 clínicas, cuatro centros comunitarios y cinco inmuebles de Patrimonio Cultural.
Lamentablemente, esa cantidad (los 450 millones de pesos) significan menos del 10 por ciento de los cinco mil 083 millones de pesos, reportados como donativos, según el “Cuarto Reporte de Transparencia por Donatarias Sismos de septiembre de 2017”, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y presentado hace unos meses.
De los más de cinco mil millones sólo se habían transparentado dos mil 460 millones (48.4 por ciento) mientras que dos mil 623 millones, permanecen en la opacidad. Ahora la propia Auditoría y el Servicio de Administración Tributaria señalan que las ONGs, incluyendo a Fuerza México, registran anomalías por casi 700 millones de pesos.
Mientras tanto, algunos bancos, como Santander, presumen sus logros y especifican que han construido 705 viviendas nuevas con 28.8 millones de pesos, recaudados entre sus clientes y capital del propio banco. Si se hace la división resulta que se invirtieron solo 26 mil pesos en cada vivienda. Si se el mismo ejercicio en el caso de las viviendas que construye Fuerza México resulta que invierten 170 mil pesos en cada casa.
Fuera de estos detalles, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo ayer que dos mil 412 millones de pesos recaudados se destinaron al Fonden, para crear una bolsa de 22 mil millones de pesos. Esto quiere decir que parte del dinero de donaciones está en el fondo público oficial.
Pero, para dar una idea de cómo se movió el dinero recaudado, hay que señalar que el SAT aprobó un padrón total de 18 mil 392 instituciones de asistencia o de beneficencia que estaban habilitadas para recibir donativos para damnificados en 2018. Es decir que si en promedio cada una de ellas recibiera donativos por medio millón de pesos, se habrían juntado más de nueve mil millones.
Una de las conclusiones de la Auditoría Superior de la Federación en su cuarto informe es que “a pesar de que se abrieron los expedientes para que hubiera más instituciones que pudieran recibir donativos, “no se transparentó a las donatarias que recibieron donativos por los sismos de septiembre de 2017”.
También refiere la auditoria que se constituyeron tres negocios fiduciarios (como Fuerza México) para administrar las donaciones. Sin embargo, si conclusión es que el Estado no garantizó que los donativos destinados a la población damnificada fueran entregados.
Pero eso sí, el 21 de septiembre de 2017, cuando se instituyó el Fideicomiso Fuerza México, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial y el entonces canciller, Luis Videgaray, llamaban a los mexicanos y a los políticos a aportar dinero a ese fideicomiso con la seguridad de que cada donación sería transparente.
Hoy existen muchas dudas y ese fideicomiso maneja menos del 10 por ciento del total de las donaciones, mientras cientos de asociaciones manejan dinero que nadie sabe dónde está. Dice el filósofo del metro, seguramente el dinero pasó de la donación a la clonación y no a la reconstrucción.


*Comentario para Radio Educación/ 20 de septiembre de 2019

Friday, September 13, 2019

El filósofo del metro dice:

Defender la evasión
también es corrupción

Empresarios y oposición 
a favor de lo indefendible

Roberto Fuentes Vivar*


Hace una semana comentaba aquí que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador intentaría, en el paquete económico presentado el domingo, buscar nuevas fórmulas para fortalecer los ingresos presupuestarios y sin recurrir al endeudamiento aumentar el presupuesto de egresos a más de seis billones de pesos.
El domingo presentó, en la miscelánea fiscal, una amplia gana de medidas impositivas precisamente para incrementar las contribuciones, entre las que se encuentran aumentar los impuestos especiales a vinos y tabaco y otros productos no necesarios: gravar las plataformas digitales como Uber, Netflix y Spotify, entre otras, y fortalecer las acciones para evitar la evasión y la elusión de impuestos y cancelar definitivamente las condonaciones a las grandes empresas.
Las primeras medidas podrían afectar principalmente a la clase media, sobre todo a los deciles del cuatro al siete de la clasificación del INEGI, pues millones de mexicanos podrían ver afectado su gasto con un aumento de impuestos a productos como el tabaco o las aplicaciones digitales. De hecho, incluso el propio gobierno hace énfasis en muchos documentos relativos al paquete económico en la necesidad de gravar la economía digital.
Pero quizá lo más interesante del paquete económico es la lucha contra la evasión y la elusión de impuestos. En este sentido, además de las modificaciones en la ley de ingresos y en la miscelánea fiscal, se presentó una iniciativa en el Senado de la República para considerar delito grave el uso de facturas falas y la operación de empresas fantasmas.
De hecho se planea considerar como delincuencia organizada algunos delitos fiscales, los cuales según las propuestas de Morena en el Senado, atentan contra la seguridad nacional.
Inmediatamente los partidos de oposición se opusieron a considerar delincuencia organizada a la emisión de facturas y las empresas fantasmas. Partidos como el PRI y el PAN manifestaron su indignación ante esta medida.
La iniciativa privada también protestó y el presidente del Consejo coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, pidió que no se aprobara la iniciativa. Incluso la Confederación Patronal de la República Mexicana (la Coparmex) la consideró como un acto de “terrorismo fiscal”.
Y pregunto aquí abiertamente ¿es terrorismo fiscal que las empresas cumplan con sus obligaciones fiscales y terminen se eliminen prácticas delictivas como la emisión de facturas falsas o la existencia de empresas fantasmas?
Cuando en enero de este año comenzó la guerra contra el huachicol, millones de mexicanos quedamos asombrados de la forma en que una actividad ilegal había penetrado en la sociedad, incluyendo a empresas transnacionales y a pueblos enteros que vivían (o aún viven) de robar combustible.
Ahora que el gobierno va en contra de las empresas fantasmas y de las facturas apócrifas, sucede lo mismo ¿hasta dónde se ha infiltrado este ilícito en la economía nacional? Seguramente hasta muy adentro y por eso la iniciativa privada y partidos como el PRI y Acción Nacional se manifiestan en contra y acusan al gobierno de “terrorismo fiscal”.
La iniciativa ya comenzó a sufrir cambio y de acuerdo con Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, para proteger a empresarios honestos la iniciativa será que se considere delincuencia organizada cuando participen al menos tres contribuyentes y el daño al erario sea de casi ocho millones de pesos.
Nada más para poner en contexto, lo que significa la evasión fiscal, en un primer reporte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT), detecto a 8 mil 204 empresas que de 2017 a mediados de 2019 emitieron entre 8 y 9 millones de facturas de operaciones falsas por el total de un billón 600 mil millones de pesos, lo que representa una defraudación fiscal de 354 mil millones de pesos, equivalente a 1.4 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Si a esta cifra se le suman las condonaciones fiscales a grandes empresas que representan alrededor de 700 mil millones de pesos, la recaudación por estas dos medidas (cancelación de perdones y gravar las operaciones con facturas falsas) se podrían obtener, siendo muy optimistas, casi un billón de pesos para el año entrante.
¿Por qué la iniciativa privada y los partidos de oposición se niegan a considerar el daño al erario como crimen organizado y hasta calificación su persecución como terrorismo fiscal? ¿Porque están acostumbrados a delinquir como parte de su operación cotidiana? ¿Cuánto de la economía nacional está coludida en estos delitos?
Las respuestas seguramente se darán el año entrante. Por lo pronto, hasta el procurador fiscal de la Federación, Carlos Romero, dijo a La Jornada, hace unos días, que en lo que va de la actual administración se han detectado más de 700 millones de pesos en operaciones simuladas, con la participación de funcionarios públicos y bancarios y consideró que la emisión se facturas falsas es ya “un deporte nacional”. Dice el filósofo del metro: Defender la evasión también es corrupción.

*Comentario para Radio Educación/13 de septiembre de 2019

Friday, September 06, 2019

El filósofo del metro dice:

El neoliberalismo muere 
cuando el presupuesto 
firma su acta de defunción

Expectativa por el paquete
económico para el 2020

Roberto Fuentes Vivar*


Pasado mañana la secretaría de Hacienda tiene que presentar el paquete económico para el año entrante, el cual ha creado muchas expectativas en todos los sectores, al grado de que incluso las calificadoras lo están esperando para ver si degradan los papeles emitidos por el Gobierno Federal.
Desde ya, el paquete ha sido ampliamente debatido porque por una parte los economistas neoliberales aprueban que ya en este año se logró, por primera vez en décadas, un superávit primario, pero reprueban el comportamiento general de la economía.
Mientras que muchos grupos se quejan de que los recortes sufridos este año y que seguramente continuarán para 2020, afectan a muchos programas sociales.
Existe mediáticamente una especie de deformación noticiosa, ya que generalmente cuando se habla del paquete económico los medios se refieren básicamente al presupuesto, sin tomar en cuenta que hay otros documentos que pueden ser incluso más importantes.
En primer lugar hay que señalar que hasta hace un año cuando se presentó el paquete para 2019, se presentaron, como se hacía tradicionalmente cuatro documentos básicos.
1.- El primero son los criterios generales de política económica, en el que se mencionan todas las variables para el año, como el crecimiento del producto interno bruto, el tipo de cambio, la inflación, las tasas de interés y los precios del petróleo. Estas estimaciones son las que sirven de base para elaborar los otros documentos, como el Presupuesto.
2.-El presupuesto de Egresos de la Federación contiene a detalle cuánto va a gastar el gobierno federal en el transcurso del año y a qué rubros se va a destinar el dinero. Se estima que para el año entrante será similar a los 5.8 billones aprobados para este año o quizá con un aumento hasta llegar a los seis billones de pesos. En este documento es el que se concentra más la atención pública y sobre todo política, pues en las discusiones del Poder Legislativo provoca lo que se puede llamar coloquialmente la rebatinga del dinero, pues cada sector, cada secretaría, cada organismo autónomo y hasta cada empresa del estado cabildea para que se le destine más dinero. Incluso la iniciativa privada también cabildea para que parte de ese dinero le toque a las empresas de cada sector
3.-Uno de los documentos más importantes es la Ley de Ingresos, en la que se hace el cálculo de cómo el gobierno federal va a obtener los recursos para cumplir con el presupuesto de egresos. Aquí se mide específicamente cuánto va a ingresar por concepto de impuestos, derechos, gravámenes especiales y hasta venta de productos, como es el caso de los ingresos petroleros.
4.- El cuarto documento es la llamada desde hace años miscelánea fiscal, en donde se especifican los cambios legales referentes a las contribuciones. Es decir las leyes para que se baje o aumente un impuesto o un derecho.
En síntesis, estos cuatro documentos son los que rigen la vida económica del país y específicamente del Gobierno Federal. Lo que no se sabe con certeza es cómo se presentará este domingo. Hay que señalar que este es el primer paquete económico que elabora directa y totalmente el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el que rige para este año fue planeado de manera conjunta con funcionarios de Enrique Peña Nieto.
Es probable que ahora la presentación sufra algunos cambios al ser ya totalmente responsabilidad de la Cuarta Transformación. Sin embargo, por ley, el paquete economico deberá contener la información necesaria para saber no sólo cuanto se va a gastar sino cómo se obtendrán los recursos para ese gasto.
Y aquí vale la pena mencionar que sería deseable que, sin aumentar los impuestos para la población, sí se apunten otras fuentes de ingresos, como pueden ser los gravámenes a las llamadas aplicaciones tecnológicas o apps, como Uber, airBnb o Netflix, que actualmente no pagan impuestos.
Otra fuente importante de ingresos que podría ayudar a generar ingresos para más programas sociales es que se terminen finalmente y como lo prometió el presidente López Obrador, las devoluciones de impuestos a las grandes empresas que llegan a significar casi 500 mil millones de pesos anuales.
Desde luego que incrementar la base gravable podría ser otra fuente para allegar más recursos al estado. Lamentablemente, lo que ha trascendido del presupuesto es que podría haber un recorte de 58 mil millones de pesos en 85 programas que dejarán de recibir recursos.
Un aspecto que crea expectativas y seguramente será objeto de polémica la semana entrante, es si el paquete presentado el domingo será nuevamente neoliberal o por fin sustentará elementos para un cambio de modelo. Dice el filósofo del metro: el neoliberalismo muere hasta que el presupuesto firma el acta de defunción.


*Comentario para Radio Educación/ 6 de septiembre de 2019

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006