El filósofo del metro dice:
El dinero para damnificados:
de la donación a la clonación
y no a la reconstrucción
Falta transparencia en
el manejo de los fondos
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer fueron recordadas las víctimas de los sismos
del 1985 y 2017 y se realizó un macrosimulacro en el cual millones de mexicanos
volvimos a vivir el miedo de hace dos años cuando precisamente después del
simulacro se registró el temblor que dejó millones de damnificados.
Afortunadamente, el de ayer fue solo simulacro y ahí
quedó. Pero además del recuerdo del miedo, otro de los sentimientos más
presentes en la población mexicana, fue y es el de coraje, porque las cifras
sobre el dinero para apoyar a los damnificados no son nada claras desde el
sexenio pasado.
Por ejemplo hoy un diario, Excélsior habla de anomalías
por 667 millones de pesos, mientras que el Heraldo ayer daba a conocer que se
esfumaron siete mil 500 millones de pesos de ayuda a los damnificados y La
Jornada de hoy señala que ya se investiga a exfuncionarios públicos por posible
desvío de fondos de apoyo.
Casi todos los medios han sacado reportajes sobre
malversaciones, desvíos o simplemente mala utilización de los fondos públicos
de ayuda a los damnificados de hace dos años. Sin embargo, poco se habla que
los posibles fraudes con el dinero privado y las donaciones.
Y aquí es en donde entra uno de los mayores enojos
de la población, pues millones de mexicanos y miles de extranjeros donaron
dinero para apoyar a quienes se quedaron sin casa o sin escuela.
Al respecto hay que recordar que dos días después
del sismo del 19 de septiembre de 2017, el Consejo Coordinador Empresarial y el
gobierno de Enrique Peña Nieto crearon el Fideicomiso “Fuerza México” en
Nacional Financiera, con el propósito de concentrar los donativos públicos y
privados para atender a los damnificados y “para que dichos apoyos se canalicen
de manera rápida, eficiente y transparente a las zonas afectadas”.
Hasta hoy el Fideicomiso Fuerza México dice haber
recaudado 450 millones 383 mil 284 pesos, de los cuales ha invertido 404
millones 090 mil 621 pesos, con los que dice haber construido cinco mil 240
viviendas (para 20 mil 960 personas), apoyado a 17 escuelas (cuatro mil 744
estudiantes), cuatro mercados, 11 clínicas, cuatro centros comunitarios y cinco
inmuebles de Patrimonio Cultural.
Lamentablemente, esa cantidad (los 450 millones de
pesos) significan menos del 10 por ciento de los cinco mil 083 millones de
pesos, reportados como donativos, según el “Cuarto Reporte de Transparencia por
Donatarias Sismos de septiembre de 2017”, elaborado por la Auditoría Superior
de la Federación (ASF) y presentado hace unos meses.
De los más de cinco mil millones sólo se habían
transparentado dos mil 460 millones (48.4 por ciento) mientras que dos mil 623
millones, permanecen en la opacidad. Ahora la propia Auditoría y el Servicio de
Administración Tributaria señalan que las ONGs, incluyendo a Fuerza México,
registran anomalías por casi 700 millones de pesos.
Mientras tanto, algunos bancos, como Santander,
presumen sus logros y especifican que han construido 705 viviendas nuevas con 28.8
millones de pesos, recaudados entre sus clientes y capital del propio banco. Si
se hace la división resulta que se invirtieron solo 26 mil pesos en cada
vivienda. Si se el mismo ejercicio en el caso de las viviendas que construye
Fuerza México resulta que invierten 170 mil pesos en cada casa.
Fuera de estos detalles, el secretario de Hacienda,
Arturo Herrera, dijo ayer que dos mil 412 millones de pesos recaudados se
destinaron al Fonden, para crear una bolsa de 22 mil millones de pesos. Esto
quiere decir que parte del dinero de donaciones está en el fondo público
oficial.
Pero, para dar una idea de cómo se movió el dinero
recaudado, hay que señalar que el SAT aprobó un padrón total de 18 mil 392
instituciones de asistencia o de beneficencia que estaban habilitadas para
recibir donativos para damnificados en 2018. Es decir que si en promedio cada
una de ellas recibiera donativos por medio millón de pesos, se habrían juntado
más de nueve mil millones.
Una de las conclusiones de la Auditoría Superior de
la Federación en su cuarto informe es que “a pesar de que se abrieron los
expedientes para que hubiera más instituciones que pudieran recibir donativos, “no
se transparentó a las donatarias que recibieron donativos por los sismos de
septiembre de 2017”.
También refiere la auditoria que se constituyeron
tres negocios fiduciarios (como Fuerza México) para administrar las donaciones.
Sin embargo, si conclusión es que el Estado no garantizó que los donativos
destinados a la población damnificada fueran entregados.
Pero eso sí, el 21 de septiembre de 2017, cuando se
instituyó el Fideicomiso Fuerza México, el presidente del Consejo Coordinador
Empresarial y el entonces canciller, Luis Videgaray, llamaban a los mexicanos y
a los políticos a aportar dinero a ese fideicomiso con la seguridad de que cada
donación sería transparente.
Hoy existen muchas dudas y ese fideicomiso maneja
menos del 10 por ciento del total de las donaciones, mientras cientos de
asociaciones manejan dinero que nadie sabe dónde está. Dice el filósofo del metro,
seguramente el dinero pasó de la donación a la clonación y no a la
reconstrucción.
*Comentario para Radio Educación/ 20 de septiembre de 2019