El filósofo del metro dice

Ahorrar es un verbo utópico
desparecido del diccionario

¿Porqué lanza Calderón su
programa Cetes directo?

Roberto Fuentes Vivar*

Esta mañana Felipe Calderón lanzó el programa Cetes directo, con la idea de que los mexicanos podamos acceder a estos instrumentos de inversión sin necesitar el intermediarismo de las casas de bolsa. La idea, en general,
La idea es fomentar el ahorro interno y dar mayor vida al Banco de Servicios Financieros, para regresar a su idea original que hace muchos fue el Patronato del Ahorro Nacional y tenía instrumentos para que el público masivo, incluyendo los niños, invirtieran.
Desde luego que esta medida hará crecer más la deuda interna del gobierno que se mantiene ya de por sí alta y prácticamente se ha triplicado desde que tomó posesión Felipe Calderón.
Pero ¿porqué esta medida? Primero que nada tengo que aclarar que hace una semana explicaba en este espacio de un impuesto a los intereses de los pequeños ahorradores, de hasta el 30 por ciento. El propio gobierno reculó y esta semana sacó un decreto mediante el cual el impuesto a los intereses se traslada hasta el primero de enero de 2012. De haber continuado este gravamen aprobado por autoridades y legisladores, el programa de los Cetes estaría destinado al fracaso.
Pero hay otros datos que tienen que ver con el contexto en que se presenta este programa. El gobierno se encuentra prácticamente desesperado, porque como lo dio a conocer ayer el Banco de México, es más el dinero que sale del país que el que entra por concepto de inversión extranjera y tan solo en los primeros nueve meses del año se fugaron a otros países casi 19 mil millones de dólares y 55 mil millones han salido desde que Calderón llegó a Los Pinos.
La salida de divisas ha crecido casi 300 por ciento con respecto a la que se presentaba en el sexenio pasado.
En general la situación del país es grave si se toma en cuenta que nuevamente estamos sacando dinero y comprando mercancías al exterior sin ningún control. Otro ejemplo que se dio a conocer esta semana es que la balanza comercial muestra un déficit dos mil 797 millones en los primeros diez meses del año.
Pero quizá lo más grave es que mientras la exportaciones petroleras crecen a un ritmo de 16.3 por ciento, las importaciones petroleras lo hacen a más del doble, es decir a 35.4 por ciento.
Además, la importaciones de bienes de consumo, es decir aquellas que no dejan ningún beneficio al país porque se trata de productos elaborados, crecen a un ritmo de 28.8 por ciento, mientras que las de bienes de capital, es decir las de maquinaria y equipo para dejar de ser un país maquilador, solo crecieron en octubre 1.5 por ciento.
Para colmo esta semana también se dio a conocer la encuesta de ocupación y empleo que realiza el INEGI mensualmente y en ella se dice que en octubre la desocupación abierta fue de 5.70 por ciento, cifra bastante más elevada que la esperada por los analistas. Incluso, por ejemplo Banamex, destaca que con estos datos “se perfila una tendencia al alza de la tasa de desempleo en meses recientes” y que los supuestos empleos que se han creado son insuficientes.
Respondiendo a la pregunta de porqué lanza Calderón este programa llamado Cetes directo, únicamente puede decirse que está desesperado. El desempleo crece, las divisas huyen y las exportaciones no repuntan. Como dice el filósofo del metro: Ahorrar es una palabra utópica que ya desapareció del diccionario.

*Comentario para Radio Educación/26 de noviembre de 2010

El filósofo del metro dice

La palabra inequidad
inicia con I de impuestos

Cobrarán impuestos a Afores,
pero no a ganancias en bolsa

Roberto Fuentes Vivar*


Buenas Tardes, pues más allá de las eternas discusiones sobre el Presupuesto de Egresos y la forma en que el gobierno gastará el año entrante, les tengo tres noticias relacionadas con el paquete 2011. Una buena y dos malas.
La buena es que por primera vez en la historia, se abre una especie de rendija para que el fisco pueda cobrar impuestos a los 200 mil inversionistas de la Bolsa mexicana que cada año ganan unos dos millones de pesos en promedio sin pagar tributo.
Pero la mala noticia es que la secretaría de Hacienda y el Sistema de Administración Tributaria no van a utilizar esa rendija y van seguir exentando de impuestos a los grandes capitales.
La otra mala noticia es que usted y yo y todos los pequeños inversionistas o ahorradores, sí vamos a tener que pagar impuestos y nada menos que del 30 por ciento, sobre los intereses que generen nuestros ahorros, incluyendo los de las Afores.
De acuerdo con las modificaciones al artículo 158 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, para 2011, los intereses deberán pagar una tasa del 30 por ciento y este impuesto no podrá ser deducible ni acumulable, como lo era en años anteriores.
Concretamente los términos aprobados en la Ley de Ingresos y concretamente en la Ley del Impuesto sobre la Renta se dice que para los efectos de esta ley se consideran intereses los siguientes:
 RENDIMIENTOS DE CRÉDITOS DE CUALQUIER CLASE.
1. DEUDA PÚBLICA
2. DE BONOS
3. OBLIGACIONES,
4. PREMIOS
5. CORRESPONDIENTES A REPORTOS O DE PRÉSTAMOS DE VALORES
 COMISIONES POR APERTURA O GARANTÍA DE CRÉDITOS.
 CONTRAPRESTACIONES POR LA ACEPTACIÓN DE UN AVAL
1. POR EL OTORGAMIENTO DE UNA GARANTÍA
 LA GANANCIA EN LA ENAJENACIÓN DE BONOS, VALORES Y OTROS TÍTULOS DE CRÉDITO.
En términos generales, esta descripción abarca los intereses de todo tipo, desde los que tiene un pequeño ahorrador en el banco, hasta los que genera la Bolsa Mexicana de Valores. Sin embargo, la secretaría de Hacienda menciona un párrafo para eximir a las 200 mil personas físicas más ricas de este país, pues dice textualmente que cobrará estos intereses “siempre que sean de los (instrumentos) que se colocan entre el gran público inversionista”.
Incluso se menciona concretamente que para efectos del artículo 158 de la Ley del ISR se consideran de interés las aportaciones al Sistema de Ahorro para el retiro”, es decir las Afores.
Nada más como referencia hay que señalar que al cierre de octubre, las afores administraban recursos por casi 1.5 billones de pesos, con un crecimiento de 2.7 por ciento mensual y el rendimiento que generan, sobre el cual podría aplicarse este impuesto, es de 23.2 por ciento al año.
En síntesis, a partir del año entrante, todos los intereses que generen los instrumentos destinados al gran público inversionista, pagarán una tasa de 30 por ciento, lo cual, jurídicamente podría incluir a los inversionistas bursátiles.
Pero como estamos en el país de vanguardia, neoliberalmente hablando y la supuesta equidad fiscal es término muy bonito, pero no aplicable, se trata de una nueva Ley de Hood Robin, en el cual se le cobra a los pobres para apoyar a los ricos. Como dice el filósofo del metro: Inequidad comienza con I de Impuestos.

Comentario para Radio Educación/19 de noviembre de 2010

El filósofo del metro dice

Un guaje es un algo
relleno de nada

Reunión G-20: sueños guajiros
para que la economía siga igual

Roberto Fuentes Vivar*

Nuevamente están reunidos, ahora en Seúl, Corea, los presidentes o dirigentes de las supuestas primeras 20 economías mundiales, el famoso G-20. Lo más seguro es que este cónclave sólo sirva para dos cosas. Para nada y para la fotografía de Grupo.
Incluso hasta el Fondo Monetario Internacional, en un informe previo a la cumbre coreana, mostrada su escepticismo sobre algún posible logro y hasta el momento sólo se han presentado sueños guajiros para mejorar las economías del mundo.
Por ejemplo, el presidente chino Hu Jintao, presentó un programa de cuatro puntos para garantizar el crecimiento fuerte, duradero y equilibrado: Estos cuatro puntos son: el libre comercio, el desarrollo coordinado y equilibrado, una reforma al sistema financiero y eliminar las diferencias en el desarrollo.
Para empezar el libre comercio no existe porque ni China ni los países desarrollados lo practican y lo mismo juegan con las monedas para sacar provecho de sus exportaciones que imponen barreras comerciales por cualquier motivo. El desarrollo coordinado y equilibrado es una utopía de la que se hablaba desde hace más de dos siglos; la reforma al sistema financiero es una urgencia manifestada desde hace varios años, pero que no se podrá lograr mientras existan unos 900 mil millones de dólares que circulan libremente por el mundo buscando ganancias fáciles y eliminar las diferencias de desarrollo, es una fantasía que ni siquiera se alcanza en las películas de Walt Disney ni en las novelas de Corín Tellado.
Incluso el llamado que hace un año hizo este grupo de los 20, llamado “Proceso de Evaluación Mutua” para saber si las políticas nacionales chocan con las globales, sigue aún sin dar resultados y el FMI considera que habrá pocos avances en el reequilibrio de la economía mundial.
Según el policía financiero, si las naciones del G-20 adoptaran políticas de beneficio mutuo, el Producto Interno Bruto global podría crecer dos por ciento adicional para el 2014 y se crearían 25 millones de empleos adicionales.
Dos cosas sí son un hecho, el llamado permanente para que las economías reduzcan su déficit fiscal y saneen su sistema de pensiones, como ocurrió recientemente en Francia, a costa de los trabajadores. Ese tema sí es una especie de acuerdo entre todos y que continuará incluso en países como México, en donde los escándalos recientes del Instituto Mexicano del Seguro Social, podrían ser parte de esa política globalizada.
La otra cosa segura es que la guerra de las monedas, que ocupa buena parte de la agenda internacional, seguirá a largo plazo, pues países como China, Estados Unidos y los que conforman la Unión Europea, buscan un tipo de cambio que aunque sea ficticio favorezca sus economías internas.
Dentro de esta guerra de las monedas es interesante la posición del aún presidente brasileño, Luis Inazio Lula da Silva, quien pidió una reforma financiera internacional que destruya el monopolio del dólar. Pero desde luego no le van a hacer caso.
México, por su parte, es una especie de dama de acompañamiento de Estados Unidos, pues no está entre los países asiáticos, ni en los europeos, ni con Latinoamérica, ni con Norteamérica, ni en el llamado grupo BRIC. Es decir algo así como un país sin voz pero con voto.
En fin, la reunión del Grupo de los 20 es una cumbre que reúne a los dirigentes de 20 naciones, para formular buenas intenciones o sueños guajiros y que nada cambie para que todo siga igual. Como dice el filósofo del metro: un guaje es un algo relleno de nada.

*Comentario Para Radio Educación/12 de noviembre

El filósofo del metro dice

En Estados Unidos
llovió; aquí hace frío


México, de patio trasero
a ilustres antimigrantes

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana se presentaron varios acontecimientos en Estados Unidos que directa o indirectamente atañen a nuestro o tendrán repercusiones sobre la economía mexicana.
En primer lugar, desde luego, las elecciones intermedias, en las cuales políticamente Barak Obama sufrió un duro revés. Aquí vale la pena preguntarnos ¿Por qué todos los datos positivos de la economía estadounidense que se han dado a conocer en horas recientes, se presentaron después de las elecciones? Aquí solo vale una respuesta: el establishmen quería castigar a Obama.
Pero precisamente los resultados electorales hacen ver que habrá para México al menos tres repercusiones. Una, la confirmación de las políticas xenofóbicas, con personajes como Susana Martínez, gobernadora de Nuevo México y uno de las principales antiinmigrantes. Dos. Una posible baja en las remesas precisamente por la política antimigrantes y Tres.- La posibilidad de que se aumenten las barreras proteccionistas a nuestros productos, impulsadas por los triunfantes republicanos.
Otra de las noticias de la semana fue el programa de la Reserva Federal estadounidense para reactivar la economía, el cual consta de 900 mil millones de dólares. Esta cantidad equivale a poco más del producto interno bruto mexicano de este año y también es equivalente a que a cada ciudadano de Estados Unidos le regalen tres mil dólares, algo así como 40 mil pesos para que gasten. Desde luego que esta medida podría ser positiva para México, pues significaría un aumento de las exportaciones.
Pero aquí vale la pena hacer una comparación: mientras en Estados Unidos le dan a cada ciudadano tres mil dólares que gasten y así se reactive la economía, aquí se volvieron a agudizar las contradicciones, pues los reportes de la Bolsa Mexicana de Valores señalan que las empresas generaron ganancias por 300 mil millones de dólares que serán repartidas entre sólo 202 mil inversionistas, es decir que a cada uno le tocarán, en promedio, un millón y medio de pesos sin pagar impuestos. Casi lo mismo que en Estados Unidos ¿o no?.
Otro hecho que llama la atención es la lista de Forjes de los hombres más poderosos del mundo, en la que el presidente estadounidense ya no es el primer lugar, sino el presidente chino. En esa lista o ranking, para decirlo neoliberlamente, aparecen Carlos Slim y el Chapo Guzmán. Slim supuestamente es más poderoso que Warren Buffet o el dueño de WalMart, mientras que el Chapo es casi tan poderoso como Osama Bin Laden. ¿Qué significa en términos generales esta lista? Que para los estadunidenses solo hay dos tipos de mexicanos que les interesan: los empresarios y los narcotraficantes. Y otra pregunta: ¿Es realmente Carlos Slim tan poderoso cuando no ha podido obtener la concesión para manejar medios ni influir en las autoridades para que cambie la política económica mexicana?
Aquí vale la pena señalar que Felipe Calderón desde luego no aparece, mientras que la nueva presidenta brasileña, Dilma Rouseff, se encuentra en el sitio número 16, por encima de Carlos Slim.
En síntesis, para los estadounidenses México es no sólo un patio trasero, sino un país de delincuentes, como lo explicaba ayer la American Chamber off Commerce, y de migrantes que deben ser perseguidos como delincuentes. Como dice el filósofo del metro: En estados Unidos llovió, aquí hace frío.

*Comentario para Radio Educación/5 de noviembre de 2010