El filósofo del metro dice:

La historia negra
que jamás termina

Genocidio en contra
campesinos mexicanos

Roberto Fuentes Vivar*


En sus últimos días y horas como presidente, Felipe Calderón logró lo que nunca antes en la historia de México: consumar un gobierno que podría considerase de genocida y ecocida, al firmar y publicar varios decretos que demuestran su sumisión a los capitales extranjeros y la intención de desaparecer a grupos sociales como los campesinos.


Hace unas horas, nada menos, sometió a concurso mercantil, es decir que prácticamente decretó la quiebra de los nueve ingenios que quedan aún en manos del Estado y que producen en conjunto alrededor de una quinta parte del azúcar del país. La idea es privatizarlos y los capitales extranjeros ya están listos para adquirirlos a la brevedad posible.

Por si esto fuera poco, hace unos días publicó de manera unilateral y sin consultar con los sectores involucrados un decreto para desgravar aranceles a casi 500 productos agroalimentarios y agroindustriales, de los cuales el 65 por ciento corresponden a productos agropecuarios y pesqueros, que representan el 27 por ciento del todo el universo arancelario agroalimentario.

Esta medida atenta directamente contra productores del campo de 28 Estados de la República. Con esta desgravación una vez más se condena a los campesinos mexicanos a una especie de exterminio, pues se privilegian los productos importados sobre los nacionales y, con ello, se pierden miles de empleos, se incrementa la miseria y se envía a miles de hombres de campo a buscar empleo allende las fronteras.

Si se toma en cuenta la acepción generalizada de genocidio que significa textualmente “exterminio o eliminación sistemática de un grupo social”, México vivió en el presente sexenio una especie de genocidio en contra de los campesinos.

Sistemáticamente se atentó contra ellos. Primero, por ejemplo, al negociar y firmar acuerdos de libre comercio a espaldas de ellos y que significaron un golpe más para el 25 por ciento de la población que se distribuye el tres por ciento del PIB.

Dentro de estas acciones sistemáticas contra el campo, se encuentra también el veto que ejerció Felipe Calderón a los recursos por 10 mil millones de pesos que el Poder Legislativo aprobó para mitigar los efectos de la sequía en los campesinos. Ahora, a esta serie de acciones para exterminar al campo mexicano se suma la desgravación unilateral de productos provenientes del extranjero, en un momento en el que hasta el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial recomiendan fortalecer el agro interno en vez de eliminar aranceles.

Otro de los decretos o medidas de última hora fue la concesión del 95 por ciento de la Red Nacional de Impulso a la Banda Ancha a filiales y empresas asociadas a Televisa, que por cierto ya fue impugnada oficialmente por la empresa Pegaso.

Pero también de última hora, apenas ayer, Felipe Calderón, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que presionó a la secretaría de del Medio Ambiente y Recursos Naturales, firmó uno de los grandes ecocidios del planeta.

La destrucción de parte del arrecife de Veracruz, para ampliar la administración portuaria integral del puerto jarocho. Concretamente cambió los límites del parque arrecifal veracruzano, con modificaciones cosméticas que amenazan de muerte a este sistema y con ello desaparecen los arrecifes de La Gallega- Galleguilla (484 hectáreas), La Blanca (34 hectáreas) y La Blanquilla (46 hectáreas), es decir, un ecocidio colateral a una extensión de 564 hectáreas.

Otro decreto más es el Reglamento de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, que prácticamente permite a las grandes empresas transnacionales no cumplir con las normas mexicanas, lo que pone a la industria nacional es situación de desventaja.

Con estas últimas medidas, es muy probable que las organizaciones campesinas inicien acciones para acusar de Genocidio en contra de ellos a Felipe Calderón o al menos a Bruno ferrari secretario de Economía. y que las organizaciones ecologistas acusen de ecocidio a los responsables del desastre en Veracruz. Como dice el filósofo del metro: Gracias a Dios que es viernes de fin de sexenio
¨
*Comentario para Radio Educación/ 30 de noviembre de 2012

El filósofo del metro dice:

En México la limpieza
es un sueño imposible

Deja Calderón una economía
desastrosa por la corrupción

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana se dieron a conocer varios indicadores que dan cuenta del estado desastroso en que Felipe calderón deja la economía mexicana. Sin cumplir compromisos y con una estela de corrupción pocas veces vista en la historia contemporánea.


Vayamos a los datos concretos. Hoy se da a conocer la cifra de desempleo al cierre del décimo mes del año y oficialmente se informa que en octubre el desempleo fue 0.15 puntos porcentuales superior al de septiembre. Es decir que oficialmente no se cumplió con el sexenio del empleo y por el contrario la situación laboral es crítica y se encuentra peor que hace seis años.

Hace unos días se informó que el crecimiento del producto interno bruto en el tercer trimestre del año fue de 3.3 por ciento. La cifra fue considerada por los analistas como pobre e insuficiente, ya que esperaban un avance de al menos 3.6 por ciento.

También esta semana se presentó el indicador del comercio también al cierre del tercer trimestre y en septiembre hubo una baja en las ventas. Si se analizan las gráficas, el comercio en ese mes está muy por debajo de los niveles que mantenía antes de tomar posesión Felipe Calderón.

Si hablamos del campo, esta semana la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura lanzó una especie de alerta en el sentido de que México es uno de los países con menor crecimiento y mayor dependencia alimentaria.

Para colmo, ayer la secretaría de Economía reportó que la inversión extranjera directa tuvo una caída de 16 por ciento en lo que va del año, a pesar de que el propio Calderón ha hecho todo lo posible por beneficiar a los capitales extranjeros por sobre los mexicanos.

¿Porqué sucede todo esto? En parte es por un modelo económico a todas luces obsoleto y que requiere de cirugía mayor como ya lo reconocen los empresarios mexicanos.

Pero otra parte muy importante es por la corrupción en los diversos niveles de gobierno. Para ejemplificar, vale la pena mencionar un desplegado que se publica hoy, precisamente, en el diario El Universal.

En el documento, el grupo Zeta Gas, uno de los principales distribuidores de gas LP, explica que la Comisión reguladora de Energía, que preside Francisco Xavier Salazar Díez de Sollano (por cierto un personaje con apellido ligado a intereses tan nefastos como los cristeros), mantiene frenadas inversiones por 500 millones de dólares.

Para explica el caso en pocas palabras este grupo construyó dos terminales de gas. Una en el litoral del Pacífico y otra en Baja California norte, con el aval de la propia dependencia. Ya construidas, la Comisión lanzó una nueva resolución que les impide su operación. Con la operación de estas terminales el grupo se comprometía a reducir el precio del gas y evitar un sobreprecio que paga Pemex y que equivale a más de 1 dólar por galón de gas y que equivale a pagar 773 por ciento más por el gas LP. Esto nos cuesta a los mexicanos 30 mil millones de pesos en subsidios al año que van a parar a las arcas de empresas extranjeras o de los bolsillos de funcionarios.

Sin hacer más largo el caso, el desplegado menciona concretamente palabras como extorsión por parte de las autoridades, corrupción, abuso de poder e ilegalidad, por parte de la Comisión Reguladora de Energía y de sus comisionados, como el propio Diez de Sollano, Francisco Barnés, Luis Alonso González de Alba, Israel Hurtado y Rubén Flores García.

Este desplegado es solo una muestra de la corrupción que prevalece y prevaleció durante todo el sexenio y que lleva a Felipe Calderón a entregar cuentas desastrosas en materia de economía. Como dice el filósofo del metro: En México la limpieza es un sueño imposible.

*Comentario para Radio Educación/ 23 de noviembre de 2012

El filósofo del metro dice:

La pirinola está marcada
Uno gana, todos ponen

Calderón otorga regalo
de despedida a Televisa,
violando varias leyes

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana, mientras que la opinión pública se centraba en temas como la transición o en el engendro llamado Buen fin, el gobierno de Felipe Calderón entregó de una manera más o menos silenciosa, nuevas concesiones a Televisa.


En concreto, como si Televisa no tuviera ya suficiente influencia en el sector educativo, ahora la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, le entregó el 95 por ciento de las licitaciones para la Red Nacional de Impulso a la Banda Ancha,

Esta red que abarca 40 zonas metropolitanas y conectará nada menos que a mil 139 edificios públicos de carácter educativo, salud y gobierno, entre ellos a las universidades del país ya muchos de los centros de investigación.

La concesión que fue lanzada a través de una licitación, fue ganada concretamente por Iusacell y Televisa Operbes y seguramente será impugnada por los operadores de telecomunicaciones participantes, ya que la adjudicación viola varias las leyes.

Para comenzar, el artículo 50 de la ley de Adquisiciones, señala que las empresas ganadoras no deben pertenecer a un mismo grupo económico. En este sentido Televisa tiene intereses directos en Iusacell y en su asociación con Operbes, por lo que la mayoría de las zonas licitadas fueron entregadas de manera directa o indirecta al consorcio de Emilio Azcárraga Jean.

Es interesante que, de manera sospechosa, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no difundió el dictamen técnico en el que se explica de manera detallada porqué escogió a estos operadores para crear una red de esta magnitud.

En síntesis, Televisa cuenta con seis meses para conectar con alta tecnología de banda ancha a más de 35 ciudades del país. Cabe señalar que ni Televisa ni Iusacell cuentan con la experiencia necesaria para operar un sistema como el que fue licitado y concesionado a estas empresas.

Hay que recordar que ya en el pasado el gobierno de Felipe Calderón, para favorecer a Televisa le otorgó la concesión de la red de comunicaciones del ISSSTE, a través de su filial Bestel, con un sobreprecio de 419 millones de pesos.

En esa ocasión, hace apenas un año, el gobierno pagó a Televisa dos mil ochenta millones de pesos por una red inexistente. Finalmente Telmex tuvo que entrar a salvar la red que Televisa no pudo operar. Telmex había cotizado la red en mil 661 millones de pesos, pero el gobierno prefirió a Televisa y todos los mexicanos terminamos pagando no sólo un sobrepecio, sino la incapacidad de la empresa de Emilio Azcárraga Jean.En esa ocasión, la concesión fue entregada precisamente a Bestel-Operbes, la misma empresa que hoy aparece como ganadora de la red nacional de Impulso a la Banda Ancha.

Los principales analistas de telecomunicaciones consideran que hubo favoritismo hacia Televisa y prevén que los otros operadores impugnen la decisión. Cabe señalar que Telmex es el otro ganador con el cinco por ciento de las zonas licitadas.

Esta nueva red proveerá de servicios de internet de banda ancha a universidades estatales, instituciones tecnológicas y más de 250 sitios del sistema de educación superior de la Secretaría de Educación Pública.

La pregunta aquí es ¿porqué entregar una concesión a una empresa que ya fallado en otras ocasiones y ha demostrado que no cuenta con la suficiente capacidad tecnológica para sustentar la operación?

La respuesta es que de alguna manera el gobierno de Felipe Calderón, a 15 días de concluir el sexenio, decidió pagar de esta manera los favores políticos que Televisa le ha brindado a lo largo de seis años.

Son muchos los favores que el gobierno de Calderón otorgó a Televisa, como la famosa la licitación 21. Por eso, esta nueva concesión es un regalo de despedida a Emilio Azcárraga ¿o será solo un regalo de navidad adelantado?

Lo grave es que a final de cuentas los mexicanos pagamos. Como dice el filósofo del metro: la perinola está marcada, con una opción. Uno gana todos ponen.

*Comentario para Radio Educación/ 15 de noviembre de 2012

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El filósofo del metro dice:

Este sexenio Presidencia se
confundió con Prescindencia

Un año de desigualdades sociales

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana se presentaron varios informes del estado de la economía mexicana al cierre del tercer trimestre del año. La tónica general de este último año de gobierno de Felipe Calderón es que, al igual que en todo el sexenio, la gran mayoría de la población vivió condiciones apenas de supervivencias, mientras que los menos, los privilegiados, ganaron más, mucho más.


Como un preámbulo de lo que será el engendro comercial llamado Buen Fin, ese monstruo creado hace apenas un año y que parece ser una simbiosis entre viernes negro y aniversario de la Revolución Mexicana, los informes son de malas noticias.

Para empezar, poco le gustó el gusto a Felipe Calderón, quien apenas anteayer festejaba que entre enero y octubre se había presentado la cifra más alta en la historia de la creación de empleo, con 865 mil 267 plazas.

Poco le duró el gusto porque hoy el INEGI presentó su encuesta trimestral de ocupación y empleo, en la que señala que al cierre de septiembre se habían incorporado 783 mil trabajadores a la economía informal, por l que suman 14.2 millones de mexicanos en esas condiciones.

Además 133 mil mexicanos ingresaron a las filas de quienes trabajan pero no cobran, que en total suman ya 3.2 millones de personas.. Es decir que casi 18 millones de compatriotas están en la informalidad o no cobran por su trabajo.

Por el lado de las empresas., estas han sido las grandes beneficiarias de este año. Los reportes que presentaron los grandes consorcios a la Bolsa Mexicana de Valores, señalan una cuestión que puede considerarse grave: las empresas vendieron menos, pero obtuvieron más ingresos. Es decir que vendieron más caro aunque en menor volumen, lo que aumentó sus utilidades. Y eso sin hablar de los casi 60 mil millones de pesos que tuvieron de ganancias los bancos extranjeros que opera en nuestro país.

El ejemplo más claro de cómo quienes más tienen son los beneficiarios de la crisis, es que hace unos días Telcel, la empresa insignia de Carlos Slim en materia de telefonía móvil prsentó su red de cuarta generación, con una inversión específica de mil millones de dólares y de tres mil 960 millones de dólares en sus otras redes. Esta inversión, según el propio Daniel Hajj, director de Telcel, será para que sólo un millón de mexicanos, a lo máximo dos, se sumen a esta red en un año. Es Decir apenas el uno por ciento de la población mexicana.

Pero quizá donde se concentre más la riqueza es en las casas de bolsa. El reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores presentado esta semana es muy claro al respecto. Los clientes de las casas de bolsa a septiembre de este año eran 199 mil 980, cuatro mil menos que hace un año.

Sin embargo ganaron 15 por ciento más que en los tres primeros trimestres del año anterior. Nada más para dar una idea, el dinero que manejaron las casas de bolsa suma 7.6 billones de pesos, es decir siete millones de millones de pesos. El año pasado eran sólo 6.7 billones de pesos.

Con esta reducción de clientes y el aumento en el monto de las cuentas cada uno de los menos de 200 mil inversionistas bursátiles aumentó su capital de 132 a 133.5 millones de pesos. Es decir que cada vez son menos, pero más ricos. Y además están exentos de impuestos.

Mientras tanto, casi 20 millones de mexicanos están desocupados, trabajan por su cuenta, no tienen salario o son sus propios jefes y solo 17 millones tienen acceso a instituciones de salud. Como dice el filósofo del metro: Este sexenio la Presidencia de la República, pudo haber sido prescindencia.

*Comentario para Radio Educación/ 9 de noviembre de 2012

El filósofo del metro dice:

En México, la muerte pidió
permiso y se lo concedieron

El señor de los Panteones
observa desde Los Pinos

Roberto Fuentes Vivar*

Hoy es el último día de muertos del sexenio de la muerte. Desde Los Pinos, el señor de los Panteones rumia su fracaso en la guerra contra el crimen organizado y mira las noticias para saber cómo los mexicanos conmemoramos el dos de noviembre, el día de nuestros fieles difuntos, de los fallecidos, de las calaveras, de las osamentas, de los cadáveres, de las flores de sempasúchil y de las canciones en los cementerios.


Hoy es el día de los más de 60 mil muertos que oficialmente han sido víctimas de una lucha que nadie entiende pero que está en todas los rincones de la República Mexicana.

Hoy es el día de los soldados muertos en esa guerra, de los policías muertos, de los agentes fallecidos en el cumplimiento de su deber.

Hoy es el día también de los muertos inocentes, de los civiles que tuvieron la mala fortuna de estar cerca de los operativos antinarcóticos.

Hoy es el día de los 120 mil muertos que cerrarán la cifra final de asesinatos en este sexenio. Iban, hasta el 2011, 98 mil asesinatos desde 2007.

Hoy es el día de los más de 100 periodistas muertos en este sexenio y de los cuales no ha habido investigaciones que satisfagan a los deudos. Es también el día de una libertad de una expresión muerta por las balas y por el poder.

Hoy es el día de los cientos de políticos muertos por supuestos accidentes, por venganzas, por malentendidos. Desde ediles de pequeños municipios hasta secretarios de estado como Juan Camilo Mouriño o Francisco Blake Mora, o diputados y legisladores que han sido asesinados o muertos en circunstancias no aclaradas.

Hoy es el día de los cientos o miles de mexicanos que han fallecido al intentar cruzar la frontera para encontrar en otro país las oportunidades que aquí no tuvieron.

Hoy es el día de los cientos o miles de ciudadanos que han muerto por una enfermedad y que no tuvieron los suficientes recursos financieros para ser atendidos en algún hospital público o privado.

Hoy es el día de los cientos, tal vez miles de campesinos que han fallecido por litigar sus problemas de tierra ante intereses cada vez más poderosos. Víctimas que se encuentran en el olvido mediático, pero en la memoria de sus familiares vivos.

Hoy es el día de las decenas de luchadores sociales que fallecieron en este sexenio por exigir justicia como Marisela Escobedo, Teódulo Sánchez o Betty Cariño, sólo por mencionar algunos nombres.

Hoy es el día de los mineros que murieron por las escasas condiciones de seguridad que existen en el subsuelo mexicano, mientras que las grandes empresas de ese sector sobreexplotando yacimientos y mano de obra.

Hoy es el día de los cientos, tal vez miles, de personas que aún mueren por hambre en la República Mexicana, como las víctimas que cada invierno se atienden en la sierra tarahumara y en zonas de Oaxaca o Chiapas rara vez expuestas al interés mediático.

Hoy es el día de las muertas de Juárez, que siguen en sus tumbas exigiendo justicia, sin que las autoridades hagan algo para cumplir su última voluntad.

En fin, hoy es el día de los muertos. El último día de muertos de un sexenio de muertos. Como dice el filósofo del metro: En este sexenio la muerte pidió permiso… y se lo dieron.

*Comentario para Radio Educación/ 2 de noviembre de 2012