Fray Miguel de Torquemada
impuso un nuevo reglamento
Rotas, las ambiciones políticas
del jefe de gobierno del DF
Roberto Fuentes Vivar
A
15 días de que entró en vigor el nuevo reglamento de tránsito, los capitalinos vamos
a recibir el año nuevo en una ciudad sin rumbo, desprotegidos ante el poder,
observados por la cámara del Big Brother y con una creciente ira en contra de
las autoridades, concretamente contra el jefe de gobierno, Miguel Ángel
Mancera.
El
nuevo reglamento de tránsito ha sido casi unánimemente reprobado. Mediáticamente
hasta la televisión privada se ha quejado. En las redes sociales, por ejemplo,
circula una petición concreta a Miguel Ángel Mancera para derogar este
reglamento, la cual ha obtenido alrededor de dos mil 500 firmas en tan sólo una
semana. Cabe señalar que en las firmas lo mismo hay políticos de oposición que
académicos y hasta personajes de la farándula.
Lamentablemente,
en los tres años que ha gobernado Miguel Ángel Mancera, la ciudad perdió la
brújula y de ser una entidad progresista con algunos tintes de izquierda, se
convirtió en un estado gobernado por autoridades que benefician a la iniciativa
privada, dejando el interés de la sociedad muy por detrás de los intereses particulares
o de grupo
La
percepción, en una amplia gama de la sociedad capitalina, acerca del nuevo
reglamento, es que se trata de una forma de recaudar fondos (legal y tal vez
ilegalmente a través de asociaciones con la iniciativa privada) para satisfacer
los deseos políticos de Mancera de convertirse en candidato a la presidencia de
la República en 2018.
Sin
embargo, existe una larga lista de errores que ha cometido el jefe de gobierno
capitalino desde que inició su gestión que hacen casi imposible que pueda
cumplir sus aspiraciones políticas. Esta lista va desde el doble hoy no
circula, el cierre de la línea 12 del metro, la consolidación del sistema de parquímetros
hasta la actitud punitiva de las autoridades por supuesta trata de blancas. En
casi todas estas acciones el fin ha sido beneficiar a la iniciativa privada.
Nada más para mencionar un caso, en el último punto señalado, se han cerrado
más de 200 bares y centros nocturnos, pero en los operativos en los que se
violan impunemente los derechos humanos.
Volviendo
al nuevo reglamento de tránsito, ha sido la gota que derramó el vaso de las
aspiraciones políticas de Mancera. Se trata de un documento que, en principio,
contiene acciones positivas que ayudarían a mejorar la convivencia entre
automovilistas, ciclistas y peatones.
Lamentablemente,
el aumento en las multas y la forma en que se ha aplicado este nuevo reglamento,
no mejoran la viabilidad como ciudad, ni su movilidad, ni la convivencia y
solamente fortalecen la idea de que se trata de una norma estrictamente
recaudatoria que beneficia a la iniciativa privada y a las ambiciones de algunos
políticos del Partido de la Revolución democrática.
El
caso más concreto es el de las fotomultas. De acuerdo con la nota principal del
diario La Jornada, de cada fotomulta que
se aplica a los conductores, la empresa concesionaria, Autotraffic, obtendrá 46
por ciento del pago. Algo similar ocurre con los parquímetros, pues una parte
de lo recaudado (por las multas a los parquímetros y por el arrastre de
vehículos a los corralones) se destina a la empresa pública Ecoparq, pero otra
parte es para cada concesionario.
En
el caso de las fotomultas, es grave que se privatice el espacio público, con
todo y las multas, pero quizá lo más aberrante es que un consorcio privado
puede ahora realizar labores de espionaje en contra de conductores, apoyada por
la autoridad, lo que convierte a los trabajadores de Autotraffic, en una
especie de Big Brother que pueden actuar con toda impunidad.
Desgraciadamente,
las ambiciones políticas de Miguel Ángel Mancera, lo han llevado a realizar
asociaciones con grupos privados y políticos que tienen como único propósito en
enriquecimiento y el poder, traicionando a los electores y perdiendo el rumbo.
Como dice el filósofo del metro: Fray Miguel de Torquemada impuso nuevas
normas, en los que en vez de soplones hay cámaras.
Para
todos y cada uno de los radioescuchas, un abrazo y mis mejores para 2016.
Comentario Para Radio Educación/ 31 de diciembre de 2015